Los fines de semana intento vivir en un bucle infinito de películas, documentales y series varias, trato de alejarme de la realidad. Pero como una es una yonqui de lo suyo, la verdad es que me resulta imposible. Hace dos domingos me llegó la copia del argumentario sobre la juez que instruye la causa de los protocolos de la vergüenza, y que desde el PP de la Comunidad de Madrid han enviado a “sus” medios. Es un ataque a la magistrada sin contemplaciones. Este sábado ha comenzado una campaña de desprestigio con mi medio sin precedentes: una campaña que si uno se lee el tema que atacan, no puede más que preguntarse si es que tienen falta de comprensión lectora o, simplemente, quieren elevar una mentira a la categoría de verdad para jodernos

Parte I: las juezas

Los mismos que se desgañitan contra el Gobierno por hablar de lawfare están enviando basura a sus acólitos para tratar de desacreditar a una juez de la que ni tan siquiera hemos leído una resolución judicial todavía.

Ustedes, lectores, saben que desde esta tribuna se ha escrito, y mucho, contra las decisiones y forma de proceder de determinadas señorías. Vamos, que al juez Peinado y a Hurtado les he hecho trajes para vestirse toda una vida. Pero siempre lo he hecho en referencia a sus resoluciones. Jamás he utilizado ni su vida privada, ni mucho menos el hecho de si están o no asociados. Es más, la diferencia con la caverna es que nunca he escrito una línea en contra de la juez extremeña que ha procesado al hermano de Pedro Sánchez. Podré coincidir con ella o no en sus resoluciones, pero nunca me verán decir que ha hecho una mala instrucción judicial. De hecho, la juez ha realizado una magnífica instrucción.

Sin embargo, desde el sector de aquellos que se rasgan las vestiduras cuando los periodistas, o los políticos, hablamos de las barbaridades jurídicas de Peinado o Hurtado, no dudan en atacar a esta juez o la juez de la DANA con argumentos no solo peregrinos sino muy machistas. Sobre la magistrada de la DANA he llegado a leer que es su marido quien en realidad lleva la instrucción del caso solo porque, a veces, cuando él termina antes que ella de trabajar, baja al juzgado de su mujer y habla con ella y sus funcionarios.

En los 17 años que llevo escribiendo de tribunales he visto, en cientos de ocasiones, como parejas de jueces o fiscales se sustituían mutuamente para hacer una guardia o ir a un levantamiento o un registro, y nunca ha pasado nada. Pero ahora, bajar a saludar a tu mujer implica hacerle el trabajo. Señores lectores, están ustedes asistiendo a la degeneración más absoluta de este maravilloso oficio llamado periodismo.

Me resulta insoportable escuchar los ataques a aquellos que trabajamos con papeles, por parte de quienes se tienen que poner unas rodilleras para no hacerse heridas tras sus constantes genuflexiones ante mentirosos patológicos. Unos mentirosos que no dudan en destruir la imagen de quien haga falta para arrimar la ascua a su sardina. Es la indecencia en estado puro.

Es darle voz a quienes atacan a las víctimas sin contemplaciones. Y mientras tanto, el resto callamos. Pues se acabó, yo ya no me pienso callar porque ustedes, lectores, se merecen recibir una información veraz por parte de la prensa.

Parte II: El Plural

Y es en este momento cuando llegamos a los ataques a este periódico por haber publicado los WhatsApp de un capitán de la UCO. Unos mensajes cargados de odio hacia la izquierda. Unos mensajes, que si los hubiera escrito un agente considerado de izquierdas estarían abriendo todos los medios de la caverna pidiendo, como poco, su imputación.

El plural ha estado cuatro días publicando esos mensajes. Solo ha sido con unos que hacen referencia a una “bomba lapa” con los que se ha liado la mundial. Nadie de El Plural ha escrito que eso fuera dirigido a Pedro Sánchez. Eso sí, hay un artículo que los publica junto a otros dirigidos al terrorista Josu Ternera en los que se habla de “alto y plomo”.

Es ahora cuando voy a hacer mía la frase dicha por un compañero muy querido: “La UCO, como los policías, los políticos y los funcionarios, están sometidos al escrutinio público. No son inviolables, ni mucho menos tienen derecho de pernada”. Un capitán de la UCO que llama “feminazis” a las mujeres que salen a manifestarse el 8M debería, cuanto menos, ser investigado por asuntos internos.

Pero no, aquí nos encontramos con toda la extrema derecha y sus medios acólitos lanzando estiércol contra quienes hacen su trabajo: informar. Pues bien, señoros, aquí nos tienen. Desde ElPlural.com creemos profundamente en el hecho de que trabajamos por, y para, los ciudadanos. No nos van a callar.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio