Hay momentos en los que el periodismo se convierte en algo más que un oficio. Momentos en los que contar la verdad no es solo una responsabilidad, sino una forma de resistencia. A pesar de vivir tiempos inciertos para la información libre, cuando las presiones arrecian y las amenazas se disfrazan de advertencias veladas, hay medios que no se arrugan. Medios que plantan cara. Medios como ElPlural.com, que desde su nacimiento ha hecho de la defensa de la democracia, de la libertad y de la verdad, su razón de ser. Hoy, como antes, en esa primera línea de fuego, está este periódico. Siempre estuvo. Y ahí seguirá.
Cuando arrecian los vientos del autoritarismo y aprietan quienes pretenden llevar el miedo a las redacciones, ElPlural vuelve a demostrar que no se deja amedrentar. No es la primera vez, ni será la última, que intentan acallarnos. Pero este medio ha aprendido a vivir con la incomodidad como seña de identidad.
En un país donde aún supuran cloacas, donde el poder oscuro se esconde tras algunas togas, banderas y en muchos perfiles anónimos a sueldo, donde lo que no se controla se intenta destruir y donde menudean las comidas en tabernáculos de lujo diseñando estrategias pseudocomunicativas, este medio ha elegido el camino más difícil: el de no callarse. Porque callar es claudicar. Y aquí, en el periódico en el que escribo desde hace veinte años, no claudica ni Dios.
Las amenazas no son nuevas. Pero ahora arrecian. La extrema derecha, incómoda con quien la desenmascara, llevó a juicio a nuestro director, Chema Garrido. Lo insultan, lo difaman y lo amenazan diariamente en redes y ahora han ido más lejos, pero no lo doblarán ni un solo centímetro. Porque Chema no solo dirige, sino que sostiene con dignidad una bandera que no ondea al capricho del miedo.
Y no está solo en esa misión y en otras. Esta redacción está compuesta de periodistas que “coleccionan” burofaxes intimidatorios como condecoraciones. Cada "advertencia legal", cada intento de amedrentamiento, es una prueba más de que estamos haciendo bien nuestro trabajo. La verdad duele. Pero más duele el silencio. Porque callar sería traicionar nuestra esencia. Porque el periodismo no es solo un oficio, es un deber democrático, ahora precisamente, un deber más que nunca.
A mí también intentaron silenciarme. Desde una delegada de Gobierno autonómica, a una alcaldesa poderosa, `pasando por un personaje emboscado y un jefe de prensa regional que, por mensaje en Twitter, me “avisó” personalmente de las “consecuencias”, al hacerse eco una televisión nacional de una información que publiqué. Lo guardo, claro. Como se guardan los galones, con orgullo. Y aquí sigo mientras tenga la confianza del director.
"La verdad no se negocia, se defiende"
Y seguirán ellos, mis compis. Y seguiremos todos. Porque no tenemos precio, pero sí principios. Porque no tenemos miedo, pero sí memoria y compromiso con la verdad, por mucho que haya que excavar en los sumideros de las cloacas, del fango y de la casquería. Porque la verdad no se negocia, se defiende. Me siento orgulloso de mi periódico, de mi director y de mis compañeros y compañeras de redacción, profesionales con la cabeza alta y el teclado firme.
ElPlural.com, no lo olviden nunca sicarios y enviados, se sustenta en bases pétreas y en trayectorias rocosas y firmes. Angélica Rubio, nuestra directora en una etapa clave, supo mantener el rumbo cuando más arreciaba la tormenta. Antes que ella, Enric Sopena, fundador y pionero, se atrevió a levantar un medio libre, progresista y sin complejos, con la complejidad que ello conllevaba, enfrentándose a una suerte de deshumanización que hoy vemos como vigente estrategia. Y lo logró. Aquí estamos gracias a él. Chema Garrido, ahora al frente del proyecto, ha recogido el testigo con firmeza, ampliando el alcance y la profundidad de nuestras investigaciones, sin perder jamás el norte ético del periodismo.
Esto no es solo un medio. Es una trinchera de luz frente a las sombras. Por ello, no nos moverán. Seguiremos informando. Continuaremos investigando, permaneceremos resistiendo y manteniendo editoriales e informaciones como las de ayer y como las de hoy, y como las de mañana, como siempre hemos hecho. Persistiremos en desenterrar UCOs patrióticas, extrañas ramificaciones policiales, cuestionando determinadas sentencias e instrucciones judiciales y denunciando a la mala gente, se llamen como se llamen, tengan el poder que tengan y estén al servicio de quien estén. Porque ElPlural.com ni se achanta ni está en venta. Ni rectifica lo que no se puede rectificar.
Porque, las palabras de aquel viejo luchador sindical y de las libertades, Marcelino Camacho, hoy nos definen más que nunca:
“Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar.”