La familia de una mujer de 63 años que murió el pasado martes en su domicilio de Valladolid sin recibir atención médica ha denunciado los hechos en el el Juzgado de Guardia a la sanidad pública de Castilla y León. Según exponen en su escrito, la víctima llamó al 112 y de manera reiterada a su ambulatorio y nunca obtuvo respuesta.

La asociación del Defensor del Paciente se ha hecho eco del caso y  ha reclamado que la Fiscalía emprenda una investigación para tratar de aclarar las circunstancias en que se produjo este fallecimiento, al entender que puede existir una omisión del deber de socorro. Los hechos se iniciaron el pasado 12 de enero, cuando la mujer comenzó a encontrarse mal y llamó al 112 para pedir atención médica. Desde allí se limitaron a indicarle que debía llamar a su ambulatorio. Pero al intentar pedir una cita, se encontró con que el teléfono estaba "siempre comunicando".

Un centro de especialidades tampoco la atendió

La mujer optó por acostarse para ver si se recuperaba, según el comunicado enviado por la asociación, que destaca que "le dolía el brazo derecho y se le dormía la mano".  Tras seguir insistiendo en los siguientes días, hacer un test de farmacia para descartar la covid -dio negativo- y tratar de encontrar asistencia médica en el centro de especialidades Arturo Eyries, siguió sin ser atendida, de acuerdo con la denuncia de la familia.

Su madre octogenaria la encontró muerta

La octogenaria madre de la mujer fue quien encontró el cuerpo sin vida de su hija, después de que los hijos trataran de localizarla por teléfono y no hubiera respuesta. Otra vez llamaron al 112, que no movilizó medios sanitarios al entender que ya se encontraba fallecida por las indicaciones de la anciana. Ésta, luego, llamó a la Policía, que sí movilizó un médico del centro de salud Casa del Barco, según el relato de la familia y la asociación del Defensor del Paciente.