Un niño de 12 años ha fallecido este domingo en el municipio vasco de Sestao en las instalaciones del centro educativo La Salle. El menor estaba jugando en el patio del colegio sobre las 19.00 horas de la tarde acompañado de sus amigos y familiares cuando recibió un balonazo y cayó al suelo entrando en un cuadro de parada cardiorrespiratoria.

Tras la caída, los servicios de emergencia recibieron la alerta y se desplazaron hasta el centro educativo movilizando varios recursos sanitarios y policiales junto a las patrullas de la Ertzaintza y de la Policía local para atender a Isaías A. en las labores de reanimación, según recogen medios como El Correo. Los equipos médicos, a través de dos ambulancias que se habían trasladado hasta el colegio, no pudieron reanimar al menor.

Los sanitarios también atendieron a los progenitores del menor que se encontraban en el recinto, junto a varios amigos del niño por parte de los psicólogos de Osakidetza.

La Ertzaintza abre una investigación

La Ertzaintza, que se ha hecho cargo del atestado, ha abierto una investigación para aclarar las causas del fallecimiento del menor. Entre las posibles vertientes que estudian los agentes es si el menor se desplomó como consecuencia del balonazo recibido, hipótesis que mayor baraja el cuerpo; o si por el contrario, las causas no se vinculan con el impacto del balón y comenzó segundos antes.

Fuentes del Departamento vasco de Seguridad y del Ayuntamiento esperan al resultado de la autopsia para determinar si los anteriores indicios apuntan a un posible accidente. Por el momento, el equipo policial está investigando las circunstancias y todavía no ha precisado más detalles al respecto.

Los primeros indicios apuntan a un posible accidente 

Desde el Ayuntamiento de Sestao, la alcaldesa Ainhoa Basabe, preguntada ante los medios de comunicación, ha sostenido que se suman al dolor de la familia y que les brindan desde “el Ayuntamiento todo lo que necesiten” en asistencia psicológica. Al igual que ha destacado sobre la investigación abierta por la Ertzaintza que “hasta que no estén las cosas claras poco hay que añadir; pero que le dieron un balonazo que no fue fuerte, un balonazo normal y que debía estar comiendo y que se sintió mal y se empezó a inclinar y entonces entró en parada cardiorrespiratoria”.

Asimismo, ha señalado que la Policía “llegó en tres minutos”, al igual que también ha mencionado la prontitud de la ambulancia y ha lamentado lo ocurrido señalando que el equipo sanitario “usó un desfibrilador que había en el centro, pero no fue posible reanimarle”.

El peligro de los balonazos

Expertos en esta cuestión como Julian Villacastín, director del Instituto Cardiovascular del Clínico San Carlos de Madrid, en una entrevista con ABC señala que los balonazos pueden producir una muerte súbita o una “commotio-cordis”. En concreto, Villacastín alerta sobre la falta de protección en el esternón, lo que hace más vulnerables a los menores de 14 años ante los fuertes impactos.

Asimismo, advierte que, a pesar de no haber patologías previas, un fuerte impacto en el ventrículo derecho puede desencadenar una arritmia ventricular fatal y provocar un caos eléctrico desembocando en parada cardíaca.

En el caso de Estados Unidos, la commotio cordis se posiciona como una patología muy estudiada debido a la peligrosidad de las pelotas utilizadas en varios deportes como el béisbol o hockey. Este tipo de accidentes aumenta en el territorio estadounidense a pesar de la protección en los juegos como el uso de chalecos o protectores ante la dureza de los balones y el impacto que pueden ocasionar en el cuerpo.