Sin duda 2020 no ha sido un buen año para los estudiantes que terminaban su formación académica y se adentraban en una nueva etapa. Este año no hay despedidas ni viajes de fin de curso a lo grande, o no debería.

Sin embargo, un grupo de estudiantes madrileños han optado por saltarse las medidas de seguridad y formar una fiesta ilegal con 134 personas en la localidad de Jàvea (Valencia).

Los estudiantes que interrumpieron la noche del sábado provenían de un centro educativo de Madrid. Estos comprendían edades entre 17 y 19 años.

La vivienda se situaba en la zona del Camí Vell de la Granadella, además estaba equipada con un amplio jardín y una piscina. Siete chicas decidieron alquilar este lugar.

Un vecino alarmado por el ruido se acercó a las 23.00 horas y vio a 50 personas dentro de la casa. “Y seguían llegando taxis sin parar”, relataba al medio LevanteEMV.

Uno de los residentes llamó a la Guardia Civil y a la Policía Local por el gran volumen de personas que se encontraban en ese lugar. Esa misma noche, las autoridades también acudieron a otra vivienda en la que un grupo de 15 jóvenes estaban celebrando una fiesta.

Aunque nada comparable con los 134 madrileños. Los estudiantes viajaron a Jávea en autobús. Allí se distribuyeron en viviendas alquiladas y buscaron un chalé para celebrar fiestas. Sin embargo, estas masivas fiestas están prohibidas según el decreto autonómico 11/2020 de 24 de julio que regula las medidas sanitarias por el coronavirus. Ante este esta situación, la Guardia Civil identificó a todos los participantes para tener un control ante posibles rebrotes. Este festejo, considerado como una infracción grave, puede costarles hasta 30.000 euros.

Tal y como cuenta el periódico, los veraneantes no dan tregua a las autoridades, y en numerosas ocasiones, tienen que intervenir por el ruido ocasionado de estas personas.

Tanto es así, que la misma noche del sábado, los agentes, junto con la Policía Autonómica tuvieron que intervenir en varios locales nocturnos por infringir varias normas. Uno de ellos abrió al público la pista de baile, y los otros dos permitían hacer uso de las cachimbas.

Asimismo, los policías interpusieron varias denuncias a los jóvenes que hacían cola para entrar a las discotecas sin mascarillas. Una norma que no agradó a uno de los asistentes y que acabó en un encontronazo con las autoridades.  

Esta polémica ha saltado a las redes, y donde varios usuarios han criticado esta irresponsable actuación. "Un 'abrazo' a los 268 responsables padre, dado que sus hijos han demostrado que son unos inconscientes", comentaba un internauta en twitter.