Anemia, cansancio crónico, dolor óseo sin causa aparente… Son síntomas que deberían encender las alarmas ante la posibilidad de padecer un mieloma múltiple. Se trata de un tipo de cáncer de sangre que afecta sobre todo a personas mayores, a partir de los 60 años, y que no tiene cura. Sin embargo, la buena noticia es que estamos cada vez más cerca de poder hacerlo. En los últimos años se ha producido una auténtica revolución en los tratamientos que han permitido cronificar la enfermedad.

"Cada día utilizamos más combinaciones de medicamentos con una actividad muy específica contra la célula plasmática, por lo que su tolerancia es cada vez mejor", señala el Dr. Alberto Velasco, especialista del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, integrado en la red pública sanitaria de la Comunidad de Madrid. “El mejor momento para controlar la enfermedad y dar una repuesta lo más duradera posible se produce en la primera línea de tratamiento”, añadió el especialista en el transcurso de un taller informativo dirigido a pacientes y sus familiares, que se han convertido en un pilar fundamental del tratamiento. “Lo normal es que la mejor respuesta sea la primera, ahí ponemos toda la carne en el asador”, enfatizó..

"No puede considerarse una enfermedad curable, pero su pronóstico ha mejorado notablemente en los últimos años"

“A día de hoY, no puede considerarse una enfermedad curable, pero su pronóstico ha mejorado notablemente en los últimos años y la mayoría de los pacientes entran en remisión con los tratamientos”, destacó la doctora Marina Menéndez Cuevas, especialista del servicio de Hematología del hospital madrileño. Las nuevas terapias han conseguido controlar la enfermedad hasta cronificarla, “aumentando notablemente la esperanza y la calidad de vida de nuestros pacientes. De hecho, los datos de los últimos estudios del Grupo Español de Mieloma nos hacen pensar que cada vez estamos más cerca de conseguir la cura de esta enfermedad".

Este tipo de fármacos para pacientes de mieloma múltiple, subraya la hematóloga, "suelen ser bien tolerados, con un perfil de toxicidad más que aceptable y con posibilidad de ajuste de dosis según las necesidades". Además, añade, "cada vez se crean más terapias dirigidas a la diana (la célula tumoral) y que resultan menos dañinas para el organismo”.

¿Qué es el mieloma múltiple?

El mieloma múltiple implica un crecimiento anormal de las células plasmáticas de la médula ósea, vitales a la hora de combatir cualquier infección. Esta enfermedad afecta a nuestro sistema inmune y puede provocar, además de anemia, cansancio crónico o dolor óseo, un fallo renal.

En España padecen mieloma múltiple más de 16.000 personas y se detectan 3.000 nuevos casos cada año. Supone el 1% de todos los cánceres que se diagnostican y el 15% de los tumores de la sangre.

Los actuales tratamientos permiten una supervivencia de 7 años o más

Mientras que en los años 60 había apenas un fármaco para combatir el mieloma múltiple, en los años 90 se generalizó el trasplante de médula ósea y, en este momento, los actuales tratamientos han permitido que pasemos de dos a tres años de esperanza de vida a más de 7. “En la fase actual de cronificación los pacientes pueden tener una vida dentro de lo normal, aunque sigan dependiendo del hospital. No podemos hablar de cura, pero el tiempo siempre va a nuestro favor”, quiso concluir la hematóloga en un esperanzador mensaje dirigido tanto a pacientes como familiares. Y es que en cualquier momento puede surgir una nueva molécula que lo cambie todo.

Los familiares, un factor clave en el tratamiento

Para los especialistas que tratan el mieloma múltiple familiares y cuidadores forman parte del equipo. “Nos ayudan a cuidarles, les dan un cariño increíble y, a veces, buenas ideas para poner en práctica”, comentó la doctora Cristina Vicente, especialista del Servicio de Medicina Interna del hospital mostoleño. El abordaje de la enfermedad es siempre multidisciplinar y los cuidadores ayudan al personal sanitario a atender las necesidades de los pacientes, siempre adaptadas a cada caso concreto. Algunos de los cuidados en necesario hacerlos en casa por lo que su compromiso es clave en el tratamiento.

La internista Vicente explicó que en el 75% de los pacientes el dolor es el síntoma más frecuente. “Aparece al moverse y cede con el reposo por lo que acaban perdiendo movilidad, más cansancio y pérdida muscular”, argumentó. Esta situación provoca en ellos retraimiento, mal humor, pocas ganas de salir y, en definitiva, menos contactos social y mayor dependencia. ¿Cómo combatirlo? Existen fármacos para ello, se hacen transfusiones, deben hacer ejercicio adaptado a la situación de cada uno de ellos y es “muy importante” la alimentación.

“Debemos ofrecerles alimentos apetecibles, las cosas que más les gustan, aunque no sea lo más saludable, fraccionar las comidas y servirlas en platos pequeños para que vean que son capaces de terminarlo”, recomendó la Dr. Vicente. Sin embargo, añadió, “el mieloma es una enfermedad progresiva, hemos avanzado mucho, pero irremediablemente habrá un momento en que vaya mal. Y cuando va mal, esto que les he hablado de la alimentación pierde importancia y se convierte en cuidado, signos de amor y concesiones, aunque sólo coma un trocito de manzana en todo el día. Por muy doloroso que sea, ya que es un síntoma de que su camino se está terminando. Ellos no sufren por no comer, sufren porque les obligamos a comer”, concluyó.

El hospital Rey Juan Carlos cuenta con un equipo multidisciplinar dispuesto y preparado para optimizar la atención del paciente, adaptando los tratamientos de forma individualizada, caso a caso. Participa, además, en ensayos clínicos que facilitan el acceso a nuevas terapias. A su vez, dispone del Portal del Paciente, aplicación de desarrollo propio que constituye un elemento esencial en la comunicación bidireccional entre el paciente y el hospital, y facilita notablemente el día a día de esta carrera de fondo.