Melania Trump ha desatado la polémica en su viaje a McAllen, Texas, en el que iba a visitar un albergue de niños inmigrantes. Entre los cuales, algunos se encontraban separados de sus padres a raíz de la política tolerancia cero. La primera dama lucía una chaqueta de Zara con un lema en la espalda que rezaba: “I really don’t care, do u?”, que por su traducción al español se entiende: “la verdad es que no me importa, ¿a ti?”. Esto, como era de esperar, estalló en críticas en las redes sociales y los medios de comunicación.

Donald Trump tardó poco tiempo en pronunciarse en Twitter aclarando que el mensaje de la chaqueta de Melania Trump se refería a los medios de comunicación y no a los niños a los que iba a visitar, como se podía entender. “Melania ha descubierto lo deshonestos que son y la verdad es que ya no le importa”, aclaró Trump sobre su mujer.

La portavoz de Melania, Stephanie Grisham, defendió que el mensaje de la chaqueta no escondía ningún significado oculto y que lo realmente importante era su visita a Texas. La primera dama ha presionado a Donald Trump para que rectificara sobre la decisión de dividir a las familias inmigrantes que crucen la frontera sin papeles. Esto le ha servido para promocionar su imagen ya que su perfil político no ha sido muy notable durante la primera Administración. Fue Melania Trump quien pidió que se organizara este viaje sin tener la certeza de que al día siguiente su marido iba a firmar el decreto para mantener unidas a esas familias que cruzan la frontera. “Fue idea de ella antes de que el presidente firmara la orden ejecutiva. Él la apoyó, pero no fue quien la invitó a ir. Ella apoya la reunificación familiar. Piensa que es importante que los niños se queden con sus familias”, aclaró Grishman.

La duda recae en que nadie de su equipo de asesores se percatara de que la chaqueta de Zara, que costaba 39 dólares, podía ser desviar la atención. Porque la modelo y empresaria también fue muy criticada cuando subió a sus redes sociales una fotografía en la que se la veía abrazando a su hijo el mismo fin de semana que se supo que alrededor de 2.000 menores habían sido separados de sus padres en las últimas seis semanas.