El objetivo del periodista deportivo Manola Lama era demostrar que, en ocasiones, en el fútbol se denuncian cosas que realmente no han ocurrido. La realidad fue que acabó señalado por machismo al poner como ejemplo de estas denuncias falsas algunos casos de violencia de género.

El pasado fin de semana, en un partido entre el Levante y el Celta de Vigo, el jugador granota  acusó al del Celta Iago Aspas de haberle llamado “negro de mierda”, una acusación que desmiente tajantemente. Este era el contexto en el que Lama intentaba demostrar que, en ocasiones, se lanzan acusaciones falsas. En busca de un ejemplo de la vida cotidiana, al periodista no se le ocurrió otro mejor que el de las posibles denuncias falsas por violencia de género.

“Conozco mucha gente que dice que le ha pegado su marido o su mujer y es mentira. O sea, que hay mucha gente que miente”, dijo Lama en la COPE. “Yo no digo que Lerma mienta, pero sí que digo que para condenar a una persona hay que poner una prueba”, remató.

Tras ello, Lama ha sido acusado de “mezquino”, machista y poco decoroso al acabar mezclando un tema de supuesto racismo en el fútbol con la lacra social de la violencia de género y el asesinato de mujeres.