El pasado 24 de septiembre de 2019 un bebé apareció en el rio Besòs, al que fue arrojado nada más nacer. El juez determinó el internamiento para el padre, menor de edad, que fue quien le arrojó lo abandonó en las aguas. Ahora, ha trascendido que la madre solicitó ayuda para abortar a un servicio municipal del Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, pero no pudo por el cambio introducido por el Gobierno de Mariano Rajoy y, finalmente, tuvo al niño.

Según desvela El Periódico, la menor acudió a un punto de información de Salut Joven el pasado 13 de marzo, cuando estaba embazada de dos o tres meses. Allí, la sometieron a un test de embarazo. En total, era el tercero que se hacía. Tras cerciorarse de que, efectivamente, estaba en cinta,

La educadora le informó que, tras el cambio de la ley promovido por el PP, no podía abortar sin el consentimiento de sus padres dado que era menor de edad (16 años). La joven trató de sortear el escollo mintiendo, ya que dijo que sus progenitores se encontraban en Bolivia, pero la trabajadora insistió en que era requisito indispensable. Como mucho, lo que podía hacer era acudir a un centro médico e informar allí de su situación.

El cambio del Gobierno de Rajoy

La ley aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero en 2010 con respecto al aborto permitía proceder a las mujeres de 16 y 17 sin necesidad de la autorización de sus padres puesto que “corresponde exclusivamente a ellas” la decisión, según recogía el artículo 13.4 de la ley orgánica sexual y reproductiva.

Pero este punto fue modificado durante el Gobierno de Mariano Rajoy. El debate sobre la postura del PP al respecto del aborto se saldó con el cese de Alberto Ruiz-Gallardón como ministro de Justicia. Los populares reformaron la ley y precisaron que era condición sine qua non la autorización de los padres para las mujeres de 16 y 17 años.

Con la anterior carcasa normativa, de la Zapatero, la menor podría haber abortado. La reforma de Rajoy no se lo permitió. La pareja llevó en secreto todo el embarazo puesto que no fueron capaces de explicar la situación en casa. Hasta tal extremo llegaron, que la menor dio a luz en una habitación de una pensión y con el padre como único presente. Tampoco se produjo ningún tipo de control sanitario durante el embarazo.

Presuntamente, el joven se deshizo del bebé sin el conocimiento de la madre.