El juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea ha dejado en libertad sin medidas cautelares al marido de la periodista Ana Rosa Quintana, el empresario Juan Muñoz.

Este mismo jueves, el sevillano señalado por contratar al excomisario Villarejo para realizar un presunto chantaje, ha prestado declaración ante el juez que ha decidido dejarle en libertad. Sin embargo, la Fiscalía considera que está relacionado con la trama Villarejo y le señala por delitos de extorsión, descubrimiento y revelación de secretos.

Una nueva imputación para el excomisario Villarejo

Sin embargo, el juez De Egea le ha comunicado a Villarejo una nueva imputación por delitos de descubrimiento y revelación de secretos y de extorsión en relación al presunto encargo que le hizo al marido de Ana Rosa. Todo para conseguir cobrar una deuda.

En relación a estos hechos ha sido también imputado por esos mismos delitos el abogado y socio de Villarejo, Rafael Redondo, que también ha comparecido esta mañana ante el juez y que, al igual que el excomisario, se ha acogido a su derecho a no declarar.

Ambos son los únicos detenidos en la operación Tándem del pasado noviembre que siguen en prisión.

Seguimientos y chantajes

Hay que recordar que el pasado martes, la Policía detenía al empresario sevillano Juan Muñoz, marido de la periodista Ana Rosa Quintana por la contratación del excomisario Villarejo para realizar un presunto chantaje.

Junto a él, también fueron detenidos su hermano y el abogado de ambos en una operación que encabeza Asuntos Internos de la Policía, ya que la investigación se enmarca en un posible caso de corrupción policial con el excomisario José Manuel Villarejo de por medio.

Todo empieza cuando el marido de Ana Rosa Quintana y su hermano contratan los servicios del excomisario Villarejo en noviembre de 2017. La intención era que Villarejo, ahora en prisión, siguiera los pasos de una persona, obtuviera toda la información posible y, con ella en la mano, comenzará un presunto chantaje. Esta era la presunta estrategia del empresario para recuperar una deuda.

La Justicia tiene en su poder diferente documentación y grabaciones que demostrarían que Villarejo realizaba trabajos más allá de sus funciones públicas como comisario. Es decir, que a cambio de grandes cantidades de dinero, espiaba y extorsionaba a personas.