Todas las asociaciones de jueces y fiscales han pedido este lunes la dimisión de Rafael Catalá, el “reprobado” ministro de Justicia, después de que se sumara a las múltiples críticas contra la sentencia de La Manada y contra el juez que quiso absolver a los cinco acusados al considerar, incluso, que la víctima estaba sexualmente excitada.

Catalá ha asegurado que el juez Ricardo Javier González debería haber sido apartado del caso porque se le han llegado a abrir “cuatro expedientes disciplinarios” y tiene “un problema singular". Aunque el ministro del Gobierno de Mariano Rajoy no sabe cuál es ese problema, mantiene que el Consejo General del Poder Judícial debería haber investigado si este juez “está en plenas condiciones de sus facultades”.

Por ello, las cuatro asociaciones de jueces y las tres de fiscales han pedido su dimisión inmediata.

“Nos resultan inadmisibles las palabras de Rafael Catalá, el único ministro de Justicia reprobado parlamentariamente en nuestra democracia, que se suma al descrédito y piden la revisión de un voto particular”, dice la Asociación de Juezas y Jueces para la Democracia.

El portavoz de la asociación Jueces y Juezas para la Democracia, Ignacio González Vega, ha exigido "rigor" a los dirigentes políticos en sus manifestaciones sobre la sentencia contra La Manada porque, en su opinión, Catalá “parece desconocer la separación de poderes y el respeto que tiene que haber hacia el poder judicial y a su órgano de gobierno", el Consejo General del Poder Judicial, porque, en sus declaraciones, ha dicho que "el Consejo debería, incluso, llegar a sancionar al juez que emite el voto particular".

Y matizan, aunque pueden no estar de acuerdo con la sentencia y con algunos términos que usa Ricardo Javier González en su voto particular, con los que criminaliza y ofende a la víctima, las asociaciones de jueces creen que “se puede hacer una crítica, pero no sembrar dudas sobre la labor de los jueces”.