Mes de julio negro. Este es el balance del Gobierno en materia de violencia de género cuando se han confirmado cuatro asesinatos machistas, los últimos de ellos en Tarragona, La Rioja y Valencia. En el cómputo global del año, hasta la fecha, la cifra asciende a 28 víctimas.

El caso de Tarragona se trata de una mujer de 36 años asesinada presuntamente por su pareja el pasado día 2. La víctima tenía un hijo menor de edad y no existían denuncias previas por violencia de género.

El segundo caso, de Logroño (La Rioja), se trata de una mujer de 35 años asesinada presuntamente por su pareja este sábado. La víctima tenía un hijo y dos hijas menores de edad y tampoco existían denuncias previas.

Por último, el caso de Valencia, donde una mujer de 38 años fue asesinada presuntamente este domingo su expareja. La víctima tenía dos hijos y una hija menores de edad, tampoco había denuncias previas.

Cabe recordar que son cuatro los asesinatos machistas que se han producido en este mes y cuando tan solo estamos a día 10 de julio. El primero de ellos fue el día 1, una mujer de 47 años en Navarra, quien tenía a su cargo un hijo y tres hijas, una de ellas menor. Tampoco había denuncias previas contra su presunto agresor.

Con las confirmaciones de estos casos, el número de mujeres asesinadas por violencia de género en España asciende a 28 en 2023 y a 1.212 desde 2003, cuando se empezaron a recopilar datos. Asimismo, el número de menores huérfanos por violencia de género en España asciende a 33 en 2023 y a 410 desde 2013.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha llamado este lunes a activar todas las alarmas ante cualquier indicio de violencia machista. “Son semanas muy duras y es obligación de todas las instituciones y responsabilidad de toda la sociedad permanecer alerta y poner en ello todos nuestros esfuerzos. Ante el más mínimo indicio, tendamos la mano, no dejemos a ninguna mujer sola. Es la forma de salvar vidas y hacer frente a la violencia machista. Trabajamos sin descanso para hacer llegar todos los recursos posibles a todas las mujeres”, ha subrayado a través de sus redes sociales.

Las tensiones políticas empañan la lucha contra el machismo

La acción política, y con las elecciones a punto de celebrarse, está influyendo más que nunca en la lucha contra el machismo y en cómo abordar la violencia de género desde las instituciones. Pese a los avances del Gobierno central con leyes y medidas que buscan el bienestar de las mujeres y la igualdad, tanto a nivel social como económico, la campaña electoral de la derecha señaliza un camino paralelo.

Por su parte, el Partido Popular ha reiterado en múltiples ocasiones la supresión del Ministerio de Igualdad en caso de que Alberto Núñez Feijóo llegue a La Moncloa si las urnas lo avalan. Esto se suma a otras desafortunadas palabras de su candidato en torno a cómo abordar la violencia machista. En referencia a la condena del que fue candidato de Vox por Valencia a la presidencia, señaló que tuvo “un divorcio duro”. Un discurso totalmente contrario al entonado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien en una de sus entrevistas recientes señaló que “el feminismo trasciende lo ideológico” porque “toca derechos humanos”.

No obstante, es Vox desde donde se escuchan las voces más reaccionarias al respecto. Sin ir más lejos, este lunes, durante su entrevista en ‘Espejo Público’, su presidente, Santiago Abascal, ha asegurado que, cuando conoce un nuevo caso de violencia machista, en lo primero que piensa es en “un asesinato”: “¿Qué hay más grave?”, se ha preguntado. “La ley de violencia de género no protege a las mujeres, incluso criminaliza a los hombres”, ha sentenciado a la par.  Preguntado por su alternativa, ha defendido que “siempre va a haber violencia” y que lo primordial es “no engañar a la gente”. Todo ello teniendo en cuenta que, tanto en su programa electoral, en su discurso político y como en sus pactos autonómicos y municipales, no figura ni la violencia machista ni de género, ya que se refieren a esta cuestión como "violencia intrafamiliar". 

Tras los resultados del 28M, la realidad que ahora impera en múltiples puntos del país es la eliminación de consejerías de Igualdad en ayuntamientos, además de la prohibición de concentraciones por violencia machista en algunos municipios, como es el ejemplo de Náquera (Valencia).