El Gobierno de la Junta de Andalucía (PP-CS) se está afanando desde su inicio en enero del pasado año por intentar destruir la imagen de sanidad pública andaluza, la denominada “Joya de la Corona” del socialismo, al mismo tiempo que  emite mensajes falsos sobre mejoras en su funcionamiento. Tras siete meses de gestión no ha reducido listas de espera a pesar de lo que su polémico consejero presume y la ampliación del tiempo de visita al médico de cabecera sigue siendo el mismo que en etapas anteriores. Además los avisos de que se camina hacia acuerdos y conciertos como antesala a privatizaciones son indisimuladas.

Trabas burocráticas para una situación grave

Hoy se ha conocido que en Málaga, un paciente con un ictus, lleva más de cuatro meses esperando un traslado por un problema de simples trabas burocráticas. Si tenemos en cuenta que el Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos presidido por Juan Manuel Moreno Bonilla y que tiene como socio externo a Vox, lleva siete meses funcionando, este caso extremo serviría de botón de muestra de situaciones imputables al denominado trifachito y para nada a la “herencia recibida” de Susana Díaz.

En este caso la cuestión se agrava al no ser ni un problema presupuestario ni de necesidad de mayor plantilla sino de simples cuestiones administrativas y de desacuerdos entre dos hospitales de la red pública andaluza, el antiguo Carlos Haya -hoy Hospital Regional- y el Hospital Clínico, ambos ubicados en la capital de la Costa del Sol.

Sufre un ictus

Según informa hoy Diario Sur, Fernando Castro sufrió un ictus durante las pasadas navidades y lleva esperando un traslado más de cuatro meses para recibir la rehabilitación que exige su estado en el Hospital Marítimo de Torremolinos.

La situación de este enfermo de 59 años es inexplicable pues se halla ingresado en el mencionado Hospital Regional desde que sufrió ese grave ictus. La situación fue a peor y se agravó tras sufrir un nuevo accidente cerebrovascular... Sin embargo, y aunque parezca incomprensible en la gestión sanitaria pública, desde el 12 de marzo está solicitado el traslado del paciente del antiguo Carlos Haya al Marítimo aunque esta demanda se ha echado para atrás y rechazada en distintas ocasiones por el Hospital Clínico, según declaraciones al diario SUR de la esposa del enfermo.

Rechazan traslado que recomiendan los especialistas

Para mayor perplejidad se da la circunstancia de que la solicitud de traslado al Hospital Marítimo de Torremolinos está recomendada y avalada mediante un informe escrito der una doctora de rehabilitación del propio Hospital Regional. Esta petición de traslado lleva además el visto bueno del médico del médico neurólogo que atiende a Fernando que considera que es en el hospital de Torremolinos donde mediante una rehabilitación intensiva que necesita puede avanzar el paciente. A pesar de tan incontestables informes, peticiones y vistos buenos, el Clínico ha denegado hasta el momento todas las peticiones de traslado.

La situación es más grave si tenemos en cuenta que la esposa de Fernando lleva siete meses junto a su marido, prácticamente viviendo en la misma habitación, durmiendo en un sillón y turnándose con su hija. Ella ha presentado una queja formal ante el Hospital Clínico, algo que no ha conseguido.

Caos burocrático entre hospitales públicos

En definitiva, una situación inaceptable e increíble generada por simples trabas burocráticas y por la inaudita falta de acuerdo entre hospitales del mismo sistema sanitario andaluz, con idénticos responsables autonómicos, desde el gerente de SAS al Consejero de Salud, el mismo que presume de buena gestión desde que sus 120 amigos gestionan la sanidad andaluza.

Siete meses suplicando el traslado

La esposa de Fernando Castro suplica el traslado y que se solucione el problema añadiendo que durante los siete meses que lleva hospitalizado su marido ha recuperado algo de habla. Aunque asume que Fernando no volverá a andar pues tiene paralizada la parte derecha del cuerpo, tiene esperanza fundada en que con el traslado del hospital recibirá una rehabilitación específica e intensa que le permita ganar fuerza en el cuello y en la espalda y, al menos, permanecer en silla de ruedas. Su desesperación ante las negativas al traslado y el paso del tiempo es acuciante.

Respuesta oficial: “El traslado no procede”

Una desesperación más que lógica si tenemos en cuenta la respuesta que se ha recibido desde el Hospital Clínico Universitario: El traslado no ha sido posible “porque no procede, ya que este paciente no pertenece al área del Clínico del que depende el Marítimo. Su centro es el Costa del Sol de Marbella donde puede recibir el tratamiento de rehabilitación conveniente”.

Y mientras esto sucede Fernando sigue en la cama sin recibir el tratamiento rehabilitador necesario y el consejero de Salud presume de “orgulloso” de su labor.