María Jesús García Pérez, la titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Galicia, con sede en Lugo, ha saltado a la fama por sus servicios de tarotista y vidente. Pero la jueza ya había salido varias veces en los medios por diversas anécdotas que la convierten en una magistrada atípica

Su anuncio de tarotista conllevó una propuesta para suspenderla de empleo y sueldo durante 6 meses. El promotor del castigo consideraba que cometió una falta muy grave al ejercer actividades incompatibles con el cargo de juez o magistrado.

Sin embargo, la comisión disciplinaria del Poder Judicial ha rechazado sancionarla por cinco votos a dos, con lo que García Pérez continuará ejerciendo en contra del criterio del instructor del expediente, de la fiscalía e incluso de la propia jueza, la cual, tal y como ha contado en una entrevista a La Voz de Galicia, consideraba que su “futuro dentro de la Justicia es bastante malo” por las informaciones de su tarot.

Además, la pitonisa también cuenta otras batallas de su carrera judicial, como cuando en lugar de gestionar una detención se fue “al gimnasio”, lo que terminó conllevando su suspensión por un año y seis meses. Fue entonces cuando trabajó como estríper: “Me fuí a la calle, sin paro y con las limitaciones que imponen las incompatibilidades profesionales (…) y como siempre he sido de mucho deporte, pues... No es ningún placer”.

En otra ocasión, la tarotista acogió a un pequeño gatito de la calle: “Un día llevé el gatito para que lo vieran. Fue una anécdota. Pero alguien, supongo que algún abogado, lo vería en un despacho o en un pasillo, pero no en la sala, y entonces avisó a la prensa”.

Pese a que García Pérez continuará ejerciendo como magistrada, se arrepiente de haber escogido Lugo como destino y no descarta la jubilación anticipada: “¡En menuda hora vine aquí! Estoy negra, lo paso fatal”