La publicidad de Fe de Etarras, la película de humor española que va a estrenar Netflix, ha provocado que la Asociación Profesional de Guardias Civiles lleve a la compañía de streaming a los tribunales por considerar la campaña “irrespetuosa con nuestras víctimas del terrorismo etarra”.

La Secretaría Jurídica Estatal de la Unión de Guardias Civiles cree que es “apológicamente cercana al terrorismo etarra”. “Atenta contra la reparación del sufrimiento infringido en nuestras víctimas del terrorismo etarra, yendo contra su dignidad y contra la debida reparación que tanto los asesinos como el resto de la sociedad silenciosa, les deben”, dicen en un comunicado.

Ello ha provocado que la Asociación Profesional de Guardias Civiles haya pedido a la Fiscalía de la Audiencia Nacional que elimine de manera cautelar la campaña “y se proceda a depurar las responsabilidades, restaurar la legalidad y defender los derechos de las víctimas del terrorismo etarra”.

Así describen la campaña que se ha visto en San Sebastián la Asociación: “Se puede leer tachada la palabra españoles tres veces en rojo, simulando sangre y la publicidad del documental Fe de Etarras”, aunque los tachones bien podrían ser pintura de grafiti callejero, informa El Español.

La película está dirigida por Borja Cobeaga y Diego San José, guionistas de la exitosa Ocho apellidos vascos y son los responsables del programa de humor Vaya Semanita. De hecho, Fe de Etarras es una comedia de idéntica línea satírica y no un documental, como señalan los guardias civiles. Hasta la llegada de Netflix, la película ha estado una década bloqueada al no encontrar financiación para bromear sobre el terrorismo vasco.

Netflix se ha caracterizado por sus campañas agresivas en las que no han dudado en utilizar la política a su favor. Las campañas multicolor con motivo del Orgullo Gay para anunciar Orange is the new Black, los carteles gigantes con el “Sé fuerte. Vuelve Narcos”, parafraseando los SMS de Mariano Rajoy a Luis Bárcenas. O metiendo la aparición del presidente del Gobierno en los papeles de Bárcenas como si fuera la contabilidad de los narcotraficantes.