La Guardia Civil ha tomado declaración a varios familiares del pequeño Julen, el niño de dos años que desde el pasado domingo está atrapado en un pozo de más de 100 metros de profundidad, en Totalán (Málaga), según informa El Mundo.

El pozo en el que cayó el niño se encuentra en una finca que pertenece a un tío de los padres de Julen.

Además, la Guardia Civil también ha tomado declaración al pocero, Antonio Sánchez, encargado de la obra y que días atrás aseguró que había sellado el orificio. Concretamente dijo que el acceso estaba tapado con una piedra, que lo selló porque no encontró agua, pero que alguien la habría quitado.

El pocero siempre ha asegurado que tenían todos los permisos. La realidad es que la Junta de Andalucía ha desmentido este hecho asegurando que ni siquiera el pozo estaba señalizado. Es más, la obra no se había comunicado al Ayuntamiento de Totalán.

Ya han pasado más de 100 horas desde el suceso y, mientras las labores de rescate continúan, la Guardia Civil quiere ir esclareciendo todo lo ocurrido para entender cómo el pequeño de dos años cayó a aplomo hasta 70 metros de profundidad por una cavidad que no mide más de 25 centímetros de diámetro.