Juan Carlos I escondió su positivo en Covid-19 durante el pasado mes de noviembre. Tal y como ha revelado El Mundo, el padre del Rey Felipe VI recibió la ayuda del emir, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, que le envió un helicóptero personal para poder llevarlo al hospital.

El príncipe heredero se reunió la pasada semana con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita a la Exposición Universal de Dubái, lugar dónde el líder del Ejecutivo central le confesó su deseo por viajar con su familia al país y ver la arena del desierto: "Es una bendición que tiene este país y me encantaría visitar el desierto con mi familia".

Un viaje de Sánchez con el que entabló conversaciones con el emir, de cara a una posible y potente inversión de los fondos soberanos de Emiratos con la que inyectar capital de forma significativa en España y en la que en ningún momento hablaron del rey emérito.

Aunque, según desvela El Mundo, la buena relación de Juan Carlos I y Mohamed bin Zayed Al Nahyan se hizo patente después de que el padre de Felipe VI contrajera el coronavirus el pasado mes de noviembre y tuviera que cancelar su cita con el emir. A pesar de la cancelación, el príncipe heredero de Emiratos le envió un helicóptero con médicos y militares para que le llevaran al hospital.

Pese a cancelar la cita y estar confinado, Juan Carlos I le había advertido que se encontraba bien de salud y solo había estado levemente afectado por el virus, aunque el emir fue un paso más allá y trató de que el emérito tuviera un seguimiento por parte de los médicos.

El mismo medio de comunicación explica que el que fuera monarca español viajó al hospital en el helicóptero, dónde estuvo ingresado hasta pasar la enfermedad. El emérito agradeció el trato y aseguró que se encontraba mejor que en su casa. Un contagio que Juan Carlos llevó en secreto y que, pese a estar varios días en el hospital, terminó pasando sin gravedad y sin que fuera conocido por la prensa.

Un hecho que ha salido ahora a la luz, pero con el que se comprende que el emérito diera negativo en la prueba que se hizo tras reunirse con el tenista español Rafael Nadal y su entrenador, Carlos Moyá, dos días antes de que ambos fueran diagnosticados de la enfermedad.