Los investigadores de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia) alertan del peligro de las redes sociales en las teorías de conspiración sobre el coronavirus y advierten de que la teoría que sostiene que el Covid-19 es un arma biológica desarrollada de forma premeditada está creciendo en las redes “a través de los esfuerzos coordinados” por cuentas partidarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump

Los investigadores han buscado pruebas de una “propagación sistemática de desinformación” en el análisis de 2,6 millones de mensajes publicados en Twitter con hashtags relacionados con el coronavirus y 25,5 millones de retuits durante diez días. 

El doctor Timothy Graham, uno de los autores del informe, explica: "Nos enfocamos en qué tipo de narrativas y teorías de conspiración se están ampliando o amplificando a través de las cuentas que las retuitean". En concreto, los investigadores analizaron las diferentes cuentas de Twitter que compartían noticias o comentarios sobre el coronavirus con “métodos políticos de detección de astroturfing”. 

Una de las redes descubiertas por estos investigadores era “similar a un bot”, según explica el informe, y además había contribuido a difundir mensajes positivos sobre el Gobierno de Arabia Saudí y su príncipe heredero. "La idea general de los bots es realmente bastante polémica en este momento, pero realmente no hay otra conclusión que podamos sacar de esto, aparte de que algunas de estas cuentas están utilizando algún tipo de automatización”, explica Graham. 

El informe confirma que hay “pruebas abrumadoras” de que este tipo de redes sociales están “semicontroladas por humanos” ya que su comportamiento es “similar a un bot de texto”. "Estos grupos de cuentas retuitean repetidamente el mismo contenido dentro del segundo posterior al otro", matizan los investigadores. 

Teorías de conspiración sobre el Covid-19

Precisamente en el estudio prestaron especial atención a las publicaciones de Twitter que sostenían la teoría de la conspiración de que el Covid-19 había sido creado como un arma biológica por el Gobierno de China, uno de los bulos más populares desde el conocimiento de la pandemia. 

Ante esto, el informe desvela que 28 de los 30 grupos sospechosos de actuar como un troll se autoidentificaron como cuentas a favor de Donald Trump, de su eslogan Make America Great Again o de QAnon, una tendencia derechista que denuncia que existe una trama secreta contra el presidente de Estados Unidos. 

Por otro lado, el informe también ha sacado a la luz la existencia de un grupo de cuentas “ampliamente a favor de los demócratas”, así como un grupo de cuentas del “Movimiento Nacional Baloch”. "Podrían haber sido cuentas de izquierda o cuentas que pretenden ser activistas de Black Lives Matter, como vimos en las elecciones presidenciales de 2016. Podría haber sido cualquier identidad grupal que surge de estos grupos pero vemos que es principalmente pro Trump, MAGA, QAnon cuentas", matiza el investigador. 

El director del Centro de Tecnología Responsable, Peter Lewis, asegura que los datos aportan “una instantánea de cómo se politizó una teoría de la conspiración y se extendió desde los márgenes a la corriente principal". Ante los resultados, los investigadores abogan por buscar “formas de regular las plataformas de redes sociales”, con el objetivo de combatir la desinformación.