Septiembre es sinónimo de regreso a la rutina o, en su defecto, de empezar una nueva etapa escolar o universitaria. Con el noveno mes del año no sólo se recupera la actividad tras unas merecidas vacaciones, sino que también regresan las novatadas en los colegios mayores o en las universidades. Una tradición que, de un tiempo a esta parte, se está vigilando con especial atención ante algunas bromas que adquieren un tono de mal gusto e incluso sexistas. En esta última categoría se encuadran los mensajes que algunos estudiantes del grado de Magisterio de Educación Primaria de la Universidad de La Rioja han compartido en un chat conjunto de WhatsApp. “Hay que partirle las bragas” o “últimamente son muy putas todas”, son algunas de las lindezas que estos jóvenes estudiantes han escrito en el grupo bautizado como “Novatadas magis primaria”, en el que participan hasta 199 alumnos de primer y segundo curso.

El grupo, según ha publicado la Cadena SER, está orientado a la organización de las novatadas del curso 2023-2024, aunque ahora les sirve a los estudiantes varones para colmar el chat de imágenes de sus compañeras obtenidas de las redes sociales. Un intercambio de pareceres sobre su físico, aderezados con comentarios machistas subidos de tono. “¿Pero qué nenas están entrando?”, pregunta uno a sus compañeros. Un interrogante que recopila diversas respuestas como: “Espero que buenorras”, “es un puto quesito de cabra del copón”, “otra que está como un puto queso babybel”. Un rosario de comentarios que van in crescendo a medida que participan más y más estudiantes, así como el aporte de un mayor número de fotografías. “Vaya jodida manteca”, “ojito cómo está la de la izquierda”, replican otros a estas nuevas instantáneas.

Otros incluso se atreven a deslizar que van a contactar con ellas, lo que abre un camino truculento a todo tipo de comentarios machistas. “Tiene pinta de facilona” o “hay que partirle las bragas”, responden algunos de los integrantes del grupo mientras el tono se va elevando poco a poco. “Cuando quede con […] no las va a llevar, que últimamente son todas muy putas”, replicó otro en respuesta al mensaje que hacía alusión a la ropa interior. A partir de ahí, la conversación toma unos derroteros diferentes, convirtiéndose en una especie de competición por ver quién consigue un eventual encuentro sexual con la alumna, abriendo la veda a comentarios como “no soy egoísta” o “le damos la asistencia”.

Esta clase de comentarios se sucedían sin que nadie del grupo pusiera el más mínimo freno, más allá de una alumna que intervino brevemente para comentar “dais asco JAJAJAJAJJA”, a lo que uno de los autores de los comentarios anteriores responde instantáneamente con un “ya estamos”. El resto de integrantes continúa con la escalada machista con intervenciones como “la tienes pina?”, “[…] ya está con la poya fuera”. Aunque no sólo de machismo viven en este grupo de WhatsApp, también hay un espacio para la homofobia cuando una de las alumnas manda un vídeo de otro de los matriculados este año. En ese momento, un alumno responde: “Dile que no aceptan mariquitas en Magisterio”. “Este tío promete”, remata otro.

Las novatadas, bajo la lupa

Desde hace algunos años, los centros universitarios han puesto todos sus empeños en controlar esta suerte de tradiciones en las aperturas del curso. En el caso que atañe ahora, la Universidad de La Rioja ni tan siquiera las permite. En su web lo dejan patente: “Están explícita y taxativamente prohibidas en el campus”. Asimismo, apelan a que ninguno de los alumnos “debe someterse a imposiciones o actos humillantes provenientes de otros estudiantes”.

Lo recogen de igual modo en el Reglamento de Régimen Disciplinario del Estudiantado, aprobado en febrero de este mismo año, considerando, entre otras, faltas muy graves. La principal es la realización de novatadas o “cualesquiera otras conductas o actuaciones vejatorias, física o psicológicamente, que supongan un grave menoscabo para la dignidad de las personas”. También está duramente perseguido “acosar o ejercer violencia grave” contra cualquier integrante de la comunidad universitaria, además de, por supuesto, “acosar sexualmente o por razón de sexo”.

En el reglamento se integran también como faltas graves la discriminación por razón de “sexo, orientación sexual, identidad de género, origen nacional, pertenencia a grupo étnico, edad, clase social, discapacidad, estado de salud, religión o creencias”, así como por cualquier otra razón “personal o social”.

Para los alumnos que violen alguno de estos preceptos, el Reglamento de Régimen Disciplinario estipula las sanciones a las que se expondrían, que oscilan entre la expulsión de “dos meses hasta tres años” de la Universidad de La Rioja, constando específicamente en su expediente académico hasta su total cumplimiento. En segundo caso, se contempla también la pérdida de los derechos de matrícula parcial, durante un curso o un semestre académico” en el centro universitario.