La inmunoterapia marca un antes y un después en los tratamientos oncológicos, especialmente en el tratamiento de cáncer de pulmón. Esta terapia, que normalmente se utiliza combinada con quimioterapia, ha mejorado la supervivencia de los pacientes y ha abierto la puerta a nuevas investigaciones. En muchos casos, es la única arma contra determinados tumores que no responden al tratamiento convencional.

El impacto de este tipo de terapias es notable: en casos avanzados de cáncer de pulmón inoperable se conseguía una supervivencia de 5% a los 5 años y actualmente se ha pasado a una supervivencia de 20% a los 5 años.

¿Qué es la inmunoterapia?

La inmunoterapia es una terapia biológica que utiliza las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer. Se utilizan sustancias producidas por el cuerpo o fabricadas en un laboratorio para mejorar o restaurar el sistema inmunitario que actúa destruyendo células cancerosas evitando atacar a las células sanas. Este tipo de fármacos permiten, además, desactivar los mecanismos de evasión que desarrollan las células cancerígenas.

Hay muchas modalidades de inmunoterapia y en el caso del cáncer de pulmón se utiliza inmunoterapia dirigida  anti PD-1 o PD-L1, que estimula el sistema inmunológico para reconocer y destruir el tumor. Aunque tiene menos efectos secundarios que la quimioterapia, no es totalmente inocua. Los pacientes que reciben inmunoterapia evitan la pérdida del cabello, la aparición de llagas en la boca o la bajada de los glóbulos rojos, los blancos y las plaquetas. Sí mantienen otros síntomas como cansancio, pérdida de apetito, dolores osteoarticulares y alteraciones cutáneas.

Siempre es necesario hacer un cuidado seguimiento del proceso por parte del especialista ante la posibilidad de que surjan complicaciones más graves como la aparición de autoinmunidad, que podría obligar a la interrupción del tratamiento.

Una investigación clave

Uno de los mayores retos de los especialistas es evaluar con precisión el beneficio del tratamiento sobre los pacientes para ajustar la aplicación del tratamiento y preservar su calidad de vida. De ahí la importancia de un estudio realizado por científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), y del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD), que permite predecir la eficacia de la inmunoterapia a través de un biomarcador, de forma no invasiva.

El estudio se realizó en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico metastásicos tratados con inmunoterapia durante los últimos 4 años en el servicio de Oncología de la Fundación Jiménez Díaz por el Dr. Manuel Dómine. Las imágenes radiológicas fueron procesadas y valoradas en el servicio de Radiología por el Dr. Carmelo Palacios, y los pacientes también fueron evaluados en el servicio de Neumología por el Dr. Germán Peces Barba. Asimismo, participaron investigadores de la Clínica Universitaria de Navarra.

"Este estudio ha supuesto un avance significativo en la predicción y monitoreo de la respuesta a la inmunoterapia utilizando inteligencia artificial multimodal, a partir de datos no invasivos del inicio del tratamiento", asegura María Jesús Ledesma, investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid y del CIBER-BBN (área temática de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina), que ha liderado la investigación. Determinar a tiempo y de manera objetiva la eficacia del tratamiento mejorará la vida de los pacientes con cáncer de pulmón avanzado “evitando toxicidades, costes y facilitando la aplicación de tratamientos alternativos", subraya Benito Farina, primer autor del trabajo de investigación.

La identificación de biomarcadores predictivos no invasivos de la respuesta a la inmunoterapia es crucial para evitar interrupciones prematuras del tratamiento o prolongaciones ineficaces, máxime teniendo en cuenta que se ha convertido en uno de los tratamientos de referencia del cáncer de pulmón avanzado no microcítico, una enfermedad que sigue presentándose con una frecuencia alta.

Según el Dr. Manuel Dómine, jefe asociado de Oncología Médica y coordinador de la Unidad de Tumores Torácicos y Ensayos Clínicos de Cáncer de pulmón del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, “la radiómica puede predecir la respuesta a la inmunoterapia en cáncer de pulmón, pero lo más importante es que predice el beneficio en supervivencia global y supervivencia libre de progresión y se puede considerar un buen biomarcador predictivo”. “En el IIS-FJD continuamos investigando esta estrategia de radiómica en colaboración con este grupo colaborativo y realizando varios ensayos clínicos Internacionales de radiómica”, añade.

El estudio ha sido publicado en la publicación científica ‘Journal of Translational Medicine’ y cuenta con la financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, el Instituto de Salud Carlos III, la Fundación BBVA y los fondos FEDER y Next Generation de la Unión Europea.