El pasado sábado 18 de julio la ciudad de Ávila acogió la primera feria taurina que se celebró en nuestro país tras la pandemia del coronavirus. Un festejo que se mantuvo en duda hasta el último momento, puesto que la empresa organizadora del evento consiguió la autorización pertinente el viernes. La cita la abrió Finito de Córdoba, y junto a este completaron el cartel Calita y López Simón.

El aforo de 8.400 espectadores de la Plaza de Toros de Ávila se quedó en menos de 2.000 al aplicarle el Protocolo de Autoprotección, que marca una ocupación del 25%.

Una corrida de toros que la plataforma La Tortura No es Cultura ha decidido publicar, revelando de esta manera la dureza de las imágenes. “Tauromaquia es violencia. La tortura no es cultura. Por una cultura de paz, celebra la vida, no la muerte. No acudas a festejos taurinos”, denuncian a través de las redes sociales.

Asimismo, la citada plataforma también le pregunta directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cómo puede ser “esto legal”, y al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, le plantean la siguiente interrogante: “¿Cultura o tortura?”