La crisis del Covid-19 obligó a los hospitales a interrumpir su funcionamiento ordinario y poner todos sus recursos al servicio de la lucha contra el virus. Sin embargo, superado el periodo más crítico, los centros se preparan ya para abordar lo que se ha denominado ‘nueva normalidad’.

El objetivo es reanudar progresivamente la actividad en un contexto seguro, tanto para los profesionales sanitarios, como para los pacientes. Un buen ejemplo de lo que se está haciendo en este sentido lo tenemos en los hospitales públicos que gestiona Quirónsalud en Madrid, los cuales están poniendo en marcha nuevas medidas, protocolos y procedimientos. Todo, sin olvidar, que hay riesgo de nuevas recaídas y que la región continúa en un escenario de transmisión comunitaria mantenida, para lo que está dispuesto el Plan de Contingencia.

"Las personas que precisan asistencia sanitaria pueden y deben acudir al hospital. En primer lugar porque es seguro, ya que hemos puesto en marcha y aplicado todas las medidas necesarias para ello, y en segundo lugar, porque todo parece apuntar a que la convivencia con el virus se prolongará y hay enfermedades, problemas de salud, procedimientos e, incluso, síntomas que en estas semanas han podido parecer banales, que no pueden, ni deben demorarse más allá de lo razonable", afirma el Dr. José Gómez, director médico de la Fundación Jiménez Díaz. “No se deben desatender situaciones que ya no son aplazables", insiste la Dra. Raquel Barba, gerente del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, ya que se puede generar un segundo problema sanitario, dado el impacto negativo que la demora puede tener en la evolución de las enfermedades, sobre todo, de tipo cardiovascular, neurológico y oncológico.

Por esta razón, y dado que, a partir de ahora en el sistema sanitario tendrán que convivir ambos grupos, resulta imprescindible “garantizar la atención con la eficiencia y seguridad que el nuevo contexto requiere, y hacerlo en el tiempo y forma que precisa la patología no Covid”, añade el Dr. Javier Arcos, subdirector médico del Hospital Universitario General de Villalba.

Limpieza y desinfección

Para asegurar esto, lo primero que se ha hecho en todos los centros es una exhaustiva limpieza y desinfección de todas las instalaciones, con el fin de recuperar numerosos espacios y áreas de distinta índole que tuvieron que ser cedidos para la atención del coronavirus.

Este proceso incluye, en el caso de la Fundación Jiménez Díaz, precisa el Dr. Gómez, “tareas de higienización con luz ultravioleta, realizadas con el equipo que recientemente ha adquirido el hospital”.

Circuitos seguros y medidas de protección e higiene


Terminado este procedimiento, se han dispuesto circuitos, espacios, equipamiento y personal diferenciado para atender a los afectados, actuales y futuros, de las distintas patologías, Covid y no Covid, de manera que esta prestación sea eficiente y segura.

Asimismo, se han adoptado todas las medidas de protección, seguridad, distancia social e higiene recomendadas por las autoridades y se han adaptado a cada ámbito. Se han instalado numerosos dispositivos accesibles para la desinfección de manos y la limpieza de objetos personales. En las salas de espera, que se han ampliado en la medida de los posible, se recomienda utilizar únicamente uno de cada dos asientos, y se pide a los pacientes, que asistan sin acompañante. De no ser posible, este no puede ser mayor de 60 años, tener patologías crónicas, estar inmunodeprimido o embarazada, haber dado positivo en Covid o haber tenido síntomas en los últimos 14 días.

Los pacientes deberán ajustar en la medida de lo posible su llegada al hospital al horario de consulta, para permanecer en el centro el menor tiempo posible, y deberán asistir con mascarilla quirúrgica. Entre las recomendaciones está también evitar el uso del ascensor y mantener la distancia física.

Recuperación de la actividad asistencial programable y no aplazable

Otro de los aspectos claves de esta desescalada hospitalaria se basa en la “reanudación de la actividad asistencial programable y no aplazable anterior a la crisis”, precisa la gerente del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.

Para ello, se han establecido medidas de diagnóstico y/o sospecha diagnóstica antes de los procedimientos, que garantizan la seguridad de pacientes y profesionales. Entre estas están “las llamadas telefónicas de screening a aquellas personas susceptibles de programar para valorar su situación y riesgo de contagio antes de citarlos o la realización de test PCR en los casos indicados”, relata el subdirector médico del Hospital Universitario General de Villalba.

Esta vuelta gradual a la asistencia diagnóstico-terapéutica que, como matiza el director médico de la Fundación Jiménez Díaz, "no ha estado totalmente paralizada en ningún momento de la crisis, ya que siempre ha habido procesos que se han tenido que atender presencialmente, y que está llevando cabo en función de la necesidad y urgencia de cada caso", afecta ya al área de Consultas de un número creciente de especialidades, a la actividad de Diagnóstico por Imagen, Hemodinámica, Hospital de Día Médico y Quirófano.

Consultas no presenciales

De forma paralela se están desarrollando nuevas estrategias y servicios no presenciales, “especialmente útiles, eficaces y recomendables en la situación actual y a corto y medio plazo”, subraya la Dra. Barba. Para ello se está intensificando toda la actividad relacionada con la telemedicina que existía ya en estos hospitales, fruto de su consolidada apuesta por el uso de las nuevas tecnologías y la digitalización, y que ha sido clave en estas semanas de crisis.

Esta estrategia de utilización de las nuevas formas de comunicación no presencial y potenciación de la telemedicina, que ha permitido minimizar la exposición y el contagio de pacientes y profesionales, ofrecer una monitorización clínica de calidad y seguridad, dando respuesta a la necesidad de seguimiento clínico sobre todo de los pacientes crónicos, y ayudar incluso al seguimiento en domicilio tras el alta de los pacientes positivos por Covid, continuará siendo una pieza clave en esta nueva fase de desescalada, asegura por su parte la directora médico del Hospital Universitario Infanta Elena, la Dra. Marta Sánchez Menam.

La piedra angular de este sistema es el Portal del Paciente, aplicación de desarrollo propio que constituye el principal canal de comunicación con los usuarios, “facilitando y personalizando la autogestión de su salud y evitando desplazamientos innecesarios al centro, el seguimiento telefónico de consultas o el diálogo web, entre otras”, añade el Dr. Arcos.

Test de anticuerpos a los empleados

Por último, cabe destacar también que en todos estos hospitales se le han realizado tests de anticuerpos a los empleados, no solo para identificar a trabajadores potencialmente positivos y protegerlos a ellos y a sus compañeros, sino también para proporcionar la misma seguridad a sus pacientes. Igualmente, se realizan pruebas PCR ante cualquier mínimo síntoma o sospecha de contacto.