Cerca de un millón de personas en España (97 millones a nivel mundial) tienen necesidades de apoyo para la comunicación. Así lo puso de manifiesto Ruth Candela, psiquiatra y presidenta de la asociación AlfaSAAC (Alfabetización y SAAC-Sistemas Alternativos y Aumentativos de la Comunicación), durante la celebración del foro “Comunicar sin barreras: inclusión social y laboral de personas no verbales, organizado por Integra CEE con motivo de la celebración del mes de la concienciación sobre la Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA). Las personas con graves disfunciones en el uso del lenguaje oral precisan de sistemas de CAA para poder interaccionar con las demás. Estos sistemas se consideran alternativos en el caso de que sustituyan totalmente al lenguaje y aumentativos cuando son un complemento al habla, como los gestos y expresiones faciales, lenguaje corporal, señales, tableros de imágenes y pictogramas, aparatos electrónicos con o sin salida de voz, etc.

"La CAA abre la puerta para estas personas a la autonomía y a su desarrollo", subrayó Ruth Candela en un encuentro en el que también participaron Noelia Arroyo, coordinadora de la Unidad de Apoyo a la Actividad Profesional (UAAP) de Integra CEE en Madrid y Castilla-La Mancha; Sonia Zaragoza, presidenta de la Asociación SATB2; Cristina Romero, técnica del Servicio de Inserción Laboral y de Accesibilidad Cognitiva de Adisli (Asociación para la Atención de Personas con Discapacidad Intelectual Ligera e Inteligencia Límite), y Elisabeta Marcu, trabajadora de Integra CEE y persona sorda.

Inclusión laboral de personas con problemas de comunicación

Integra CEE es un Centro Especial de Empleo que se ha convertido en un referente en nuestro país a la hora de ofrecer oportunidades laborales a personas con discapacidad. Estas constituyen más del 90% de su plantilla, entre las que se encuentra Elisabeta Marcu. "Es necesario concienciar más sobre las personas sordas. Yo cuento con una técnica de apoyo en mi trabajo y siento que tengo una atención muy correcta", aseguró utilizando el lenguaje de signos.

Elisabeta se comunica con sus compañeras a través de SVisual, una aplicación con servicio de video-interpretación para dar respuesta a las posibles necesidades de interlocución que surjan. Durante su participación en el foro, también explicó que encuentra muchas barreras de comunicación en la calle y que, aunque puede comprender y hacerse entender mediante los gestos y la mímica, “no es suficiente”.

Sensibilizar y tejer redes

El foro se organizó precisamente para sensibilizar sobre esta realidad que va mucho más allá de las personas sordas. La Asociación SATB2, una de las entidades colaboradoras del encuentro, ofrece apoyo a las personas afectadas por el síndrome genético del mismo nombre, también conocido como síndrome de Glass. Las personas con esta enfermedad rara (35 en España, la mayoría niños y adolescentes) sufren retraso cognitivo y presentan grandes disfunciones en el habla y el lenguaje. Para ellas la CAA es imprescindible para poder expresarse de forma oral, al igual que para algunas personas con trastornos del espectro autista, discapacidad intelectual, parálisis cerebral o accidentes cerebrovasculares, entre otras situaciones.

Sonia Zaragoza, presidenta de SATB2, reivindicó la importancia de visibilizar a estos colectivos, que están "atomizados". "Una persona sorda se la identifica como persona sorda, una persona ciega se la identifica como persona ciega, pero el caso de una persona con desafíos de la comunicación se pierde en otras patologías", comentó. Por ello, es importante, añadió, tejer redes de colaboración por medio de programas específicos, como el proyecto “Dando voz”, una iniciativa desarrollada por esta asociación, basada en la dotación de un comunicador electrónico para personas con nulo o escaso lenguaje verbal, y en la formación del entorno familiar, educativo y terapéutico de los usuarios.

La importancia de la comunicación

Todas las expertas participantes coincidieron en que poder comunicar sus necesidades contribuye a mejorar la calidad de vida y la autonomía de estas personas, además de reducir su frustración y la aparición de problemas conductuales como expresión externa de un malestar emocional.

Ruth Candela recordó además la “falta de apoyos” por parte del entorno, de modo que las personas con dificultades para hablar “asumen que el mundo no está hecho para ellas, que no pueden participar en la sociedad y adquieren un rol de pasividad porque consideran que no tiene sentido esforzarse”. Esta psiquiatra considera que el foco debe situarse más en el entorno que en los propios usuarios: “Somos nosotros los principales artífices de las barreras que se encuentran en su día a día. Es crucial revisar nuestros estilos de relación y reflexionar sobre nuestras actitudes y prejuicios hacia estas personas para abrirles la puerta al desarrollo, a la autodeterminación y a la participación social”.

Es necesario ofrecerles nuevas oportunidades laborales adaptadas a sus circunstancias

La normalización, afirmó, es un aspecto indispensable para garantizar su acceso al mercado laboral. “Se ha estimado que una persona que no puede hablar no puede trabajar. Se trata de un colectivo especialmente segregado y discriminado en este sentido, por lo que es necesario ofrecerles nuevas oportunidades laborales adaptadas a sus circunstancias”, añadió.

El trabajo de Integra CEE por la inclusión sociolaboral

"La comunicación es un derecho universal y es el principal foco para prevenir el aislamiento social y promover la inclusión laboral", enfatizó Noelia Arroyo. En este sentido, destacó cómo Integra CEE ofrece oportunidades laborales a este tipo de colectivos con necesidades especiales y soporte para poder realizar un trabajo adecuado a sus competencias profesionales. "A través de las unidades de apoyo, favorecemos los procesos de incorporación de las personas con discapacidad y los procesos de ajuste personal y social que se puedan hacer en los centros de trabajo ", explicó.

La Unidad de Apoyo a la Actividad Profesional (UAAP) de Integra CEE proporciona el acompañamiento preciso a estas personas para garantizar su éxito laboral y poder competir posteriormente en el mercado de trabajo ordinario. “Empleamos todos los recursos posibles para procurar la progresión laboral de las personas empleadas, atendiendo sus necesidades de forma individual y teniendo en cuenta las posibilidades del entorno de trabajo y de la empresa”, especificó Noelia Arroyo.

“Hacemos que la persona sea el centro de nuestra atención y que participe en su plan de desarrollo y mejora continua. El objetivo es que el puesto de trabajo se ajuste a la persona y no al revés. Lo hacemos con el beneplácito de cada profesional y, en el caso de quienes presentan dificultades de comunicación, con un lenguaje claro para asegurarnos de que entiende cómo vamos a trabajar con ella”, incidió Arroyo.

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Herramientas accesibles

La adaptación de los entornos es, por tanto, fundamental para una completa y correcta comprensión por parte de las personas con necesidades complejas de comunicación. En esta línea, la lectura fácil representa una de las principales herramientas a nivel de accesibilidad cognitiva.

Para la especialista Cristina Romero, “un entorno solo es accesible cuando todas las personas lo pueden comprender”. En este punto se hace indispensable la adaptación de los espacios y documentos a lectura fácil, así como la validación posterior de estas adaptaciones. “La validación siempre la realizan personas con dificultades de comprensión”, dijo Romero, al tiempo que incidió en que constituye una importante fuente de oportunidades laborales para personas con discapacidad intelectual, pudiéndose convertir en un nicho de empleo a futuro para ellas.

“Estas personas deciden si de verdad están recibiendo el mensaje que queremos trasladar. Se trata de un método que sirve no solo para personas con discapacidad intelectual o dificultades de lectoescritura, sino también para menores y personas mayores, con dislexia, o personas extranjeras”, concluyó.