Más de 2.500 personas pertenecientes a colectivos vulnerables han participado los días 6 y 7 de junio en Clece Emplea, un proceso de selección online para cubrir 2.000 puestos de trabajo. Por segundo año consecutivo esta compañía, especializada en la prestación de servicios esenciales, ha optado por un sistema virtual, en el que han participado 44 técnicos de Selección repartidos por toda España. Coordinados desde la sede de la compañía en Valladolid, han ido entrevistando de forma simultánea a los candidatos a lo largo de dos jornadas. Este modelo de selección permite integrar la colaboración de las entidades sociales en el proceso, facilitar la incorporación al mercado laboral de aquellas personas que más lo necesitan, así como desarrollar una iniciativa en línea con sus políticas de sostenibilidad y su compromiso con la reducción de emisiones de CO2 al evitar el mayor número de desplazamientos posibles. La inmensa mayoría de los demandantes de empleo pudieron acceder a las entrevistas sin moverse de casa y sólo algunos optaron por acudir a las sedes de las organizaciones que les habían preseleccionado.

Esta primera parte del proceso fue llevada a cabo por 150 entidades sociales colaboradoras, entre las que se encuentran Cruz Roja, Cáritas, Fundación Randstad, Pinardi, COCEMFE o Fundación ARED, así como por áreas de servicios sociales de diversos ayuntamientos.

“Se trata de un proceso dirigido especialmente a mujeres víctimas de la violencia de género y personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social”, nos explica Íñigo Camilleri, responsable de Selección y Desarrollo de Clece. Entre las ventajas que destaca a la hora de trabajar con este tipo de colectivos está el fuerte compromiso que presentan en el desempeño de sus tareas, una vez contratados. “Es un hecho que llevamos comprobando con independencia de esta feria. Es decir, sabemos que son personas cuya empleabilidad es menor de la habitual, no por propia voluntad, sino porque muchas veces estigmatizamos sus capacidades y ellos, al tener menos oportunidades, saben aprovechar mejor lo que se les presenta”, argumenta.

Ángela salió de la entrevista con un contrato firmado

Al igual que el año pasado, se están haciendo contrataciones en el momento, es decir, si encuentran a un candidato idóneo para el puesto de trabajo, se le ofrece al finalizar la entrevista. Es lo que le ocurrió a Ángela Nieto, de 56 años, que ya ha firmado el contrato para integrarse en el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) que presta Clece en Valladolid, la localidad donde reside.

“Yo buscaba seriedad y estabilidad laboral y cuando me dijeron lo del contrato… ¡Guau! Fue una entrevista muy fluida, muy amena y la entrevistadora me hizo sentir, sin ser todavía parte de la empresa, que yo ya formaba parte de un equipo”, nos explica recordando el momento en que le comunicaron que, por fin, tenía un trabajo. Ángela confía, además, en progresar dentro de la empresa: “Estoy muy feliz porque llego a un sitio donde puedo volcar mis conocimientos. El próximo 3 de noviembre termino una formación que me permitiría trabajar en residencias y centros de día, además de la ayuda a domicilio”, nos explica sobre la hoja de ruta que se ha trazado.

Muchos de los puestos de trabajo son para cubrir las vacaciones de verano del personal de CLECE. Sin embargo, es habitual que acaben quedándose en la empresa. “Aunque la oferta, en gran parte, es para sustituciones, genera una ventana de empleo con la posibilidad posterior de permanencia, y es una oportunidad. Si la persona tiene un buen desempeño, cuando surja una vacante, podemos ofrecerle una oportunidad laboral más estable”, asegura Íñigo Camilleri.

Buena actitud y ganas de superar la entrevista

Los 44 técnicos de Selección que han participado en este proceso de Clece Emplea han hecho una media de 30 entrevistas diarias, con una duración de 10 minutos. “La clave para mí es la actitud con la que los candidatos se presentan y las ganas de hacerla”, nos cuenta Sofía Mangas una de las entrevistadoras. En su opinión, el formato virtual le proporciona la “ventaja” de poder ver a los demandantes de empleo. “No es un contacto físico, pero es algo más que una llamada telefónica y puedo ver cómo se expresa la persona, la cara que pone y, a su vez, ella también me puede ver a mí”, concluye.

Los puestos de trabajo a cubrir son de fisioterapeuta, enfermero, operario de mantenimiento, auxiliar de ayuda a domicilio, gerocultor, pinche de cocina, personal de jardinería, auxiliar de almacén, personal de limpieza y vigilante de seguridad, entre otros. Todas estas vacantes están dirigidas exclusivamente a personas con dificultades para integrarse en el mercado laboral, entre ellas, mujeres víctimas de violencia de género y personas con discapacidad o personas desempleadas de larga duración.

Esto explica por qué el 12 % del personal de Clece pertenece a colectivos vulnerables. El compromiso social forma parte del ADN de esta compañía, que incorpora a su modelo de negocio la inclusión laboral de personas que se encuentran con dificultades para conseguir un puesto de trabajo. "Esta iniciativa ha venido para quedarse. Creemos que puede mejorar la vida de muchas personas, dándoles una oportunidad que, de otro modo, tal vez no tendrían", concluye el responsable de Selección y Desarrollo de Clece.