El caso de la presunta agresión sexual denunciada en Murcia en Nochevieja, por tres hermanas norteamericanas que señalaron a tres chicos afganos, podría partir de una denuncia falsa, partiendo del hecho de que las jóvenes tenían contratado un seguro que cubría, entre otros aspectos, la agresión sexual.

La Policía mantiene varias líneas de investigación abiertas sobre este caso, pero decidirá el juzgado, que en el auto en el que acordó la liberación de los tres jóvenes acusados lamentó que las hermanas norteamericanas no colaboraran para el esclarecimiento de los hechos y abandonaron España sin ratificar su denuncia, en contra de lo que se les había solicitado. En el escrito judicial se recoge que cuando la Policía localizó a una de las denunciantes su respuesta fue que colaborarían con la investigación vía teléfono o correo electrónico.

El auto de las diligencias recoge, además, "multitud de contradicciones e incoherencias" de las tres hermanas detectadas por la titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Murcia, que acordó dejar en libertad a los tres acusados.Cabe recordar que las tres chicas denunciaron los hechos en Año Nuevo, en sede policial, en la que se manifestaba que fueron agredidas sexualmente en dos casas distintas, en Murcia capital. En concreto, una de ellas se fue a su domicilio en compañía de uno de los arrestados; mientras que las otras dos fueron a la vivienda de los detenidos.

Una de las víctimas se encontraba en Murcia cursando estudios que concluían a finales de 2019 y sus dos hermanas se desplazaron para visitar unos días la ciudad. Tras los hechos, las tres emprendieron un viaje por Europa que tenían previsto ejecutar. Los arrestados, por su parte, son estudiantes de nacionalidad afgana y con edades comprendidas entre los 20 y los 28 años y dos de ellos tienen concedido asilo político.

Las primeras agresiones en el pub, pero se fueron con ellos

El auto de la magistrada relata que las tres jóvenes habrían denunciado sufrir las primeras agresiones en un pub de Murcia, siendo conducidas a una zona oscura a empujones y siendo agarradas por el brazo, sufriendo tocamientos y besos no consentidos. Sin embargo, no pidieron socorro a otros clientes o empleados del local, sino que se marcharon con los supuestos agresores, una de ellas a su domicilio y las otras dos, a otra vivienda. Todo ello "se contradice con la actitud propia de una persona que declara haber sido víctima de abusos sexuales no consentidos para, a continuación, irse con los supuestos agresores", destaca el auto, que considera el relato "parcialmente incoherente" y "necesitado de una mayor aclaración".

Acompañaron a los chicos a la estación de autobuses

Las tres jóvenes se habrían reunido, tras la presunta agresión, con los tres supuestos violadores en la casa de una de ellas sin pedir auxilio una vez más y sin poner los hechos en conocimiento unas de otras, una vez que habían salido de la situación de "desvalimiento". En ese momento, además, una de ellas se habría introducido en el dormitorio con uno de los supuestos agresores.

Finalmente, las tres supuestas víctimas habrían acompañado a los tres presuntos agresores a la estación de autobuses donde, según la denuncia, uno de ellos habría vuelto a agredir a una de las hermanas. En cambio, el abogado Melecio Castaño, encargado de la defensa de los tres acusados, asegura que las cámaras de seguridad habrían captado una despedida "cordial" en la que se habrían hecho fotos e intercambiado teléfonos. a denuncia falsa