Con el estado de alarma, los guardias civiles han visto suspendidos todo tipo de permisos, licencias y vacaciones y algunos están teniendo serias dificultades para la conciliación familiar cuando los colegios permanecen cerrados. La Asociación Profesional de Suboficiales (ASESGC) ha propuesto una serie de medidas para solventar esta situación a muchas familias dentro del Instituto Armado.

Levantar la suspensión de las vacaciones 

Esta asociación propone levantar “la suspensión de las vacaciones, los permisos y licencias para el personal definido como de extraordinaria necesidad de conciliación, de modo que puedan solicitarlos para atender estas necesidades de conciliación, incluso permitiendo acceder al crédito de 2021 y a los tres días de permiso de Semana Santa dejados de disfrutar por haber sido suspendidos” y “la posibilidad de acumular descansos semanales sin limitación”.

Padres y madres con una consideración especial

 Según recuerda la ASESGC, en las fases de la desescalada, con los centros escolares cerrados, “muchas familias con hijos o hijas tendrán a sus dos progenitores realizando una actividad profesional fuera del hogar familiar”. Esta situación también afecta a los progenitores monoparentales o a quienes tengan custodia compartida o tengan a su cargo mayores dependientes. La asociación propone que “en estos casos, los guardias civiles que lo soliciten puedan ser considerados con una necesidad especial de conciliación y podrían acceder a las medidas extraordinarias”.

Una administración lenta

La ASESGC critica que “los tiempos de respuesta de la administración a las solicitudes no son los más adecuados para resolver una situación de este tipo, ya muchas veces llegan demasiado tarde”. La asociación pide que se deleguen competencias a las autoridades de la Guardia Civil más cercanas a cada caso concreto, lo que permite resolver las demandas de conciliación más rápidamente.

Fallos en el teletrabajo

La asociación es muy crítica, además, con la plataforma de teletrabajo habilitada por la Guardia Civil, que “quiso fomentar la directora general”, pero que en la práctica no está siendo del todo operativa, ya que “no se han trasladado a todas las unidades las instrucciones para solicitar la prestación remota del servicio  y muchos guardias civiles no han tenido siquiera conocimiento de esta opción para conciliar su vida laboral y familiar”.