La Guardia Civil ha desmentido al resort Club La Costa World, que anunció, tras la muerte de un padre y dos de sus hijos en la piscina del complejo, la reapertura de las instalaciones porque se había autorizado por parte de los investigadores después de "una completa investigación de la que se extrae que cumple todos los requerimientos".

Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que no ha autorizado la reapertura de la piscina, en medio de la investigación tras la muerte de un padre, de 52 años (pastor evangelista de origen nigeriano residente en Greenwich, Londres), y sus hijos, de 16 y 9 años, el pasado día de Nochebuena. Las mismas fuentes han considerado que la afirmación del resort, en un comunicado difundido tras la tragedia, debió deberse a un error tras decirle los agentes que no habían encontrado ninguna anomalía durante la inspección de los sistemas de las instalaciones, según avanza Diario Sur.

El resort afirmó que se había autorizado reabrir la piscina

En el comunicado del Club La Costa World se afirmaba que "la Guardia Civil ha llevado a cabo una completa investigación de la que se extrae que la piscina cumple todos los requerimientos y normativa vigente, por lo que han autorizado la reapertura de la misma". Además, el complejo añadía que "ello confirmaría que se trató de un trágico accidente que nos ha provocado una gran conmoción", al tiempo que indicaba que su principal preocupación "sigue siendo el cuidado y el apoyo a la familia", por lo que han pedido "que se respete su intimidad en estos difíciles momentos".

El pastor Gabriel, fallecido en la piscina de Mijas, y su esposa, Olubunmi. Fuente Telecinco

El pastor Gabriel, fallecido en la piscina de Mijas, y su esposa, Olubunmi. Fuente: Telecinco

Los GEAS detectaron un problema en el sistema de succión

En un primer momento de la investigación se puso el acento en el sistema del sumidero de la piscina, y un trabajador del complejo que intentó salvar al padre y sus hijos declaró que él tuvo dificultades para salir del agua, suspuestamente por una fuerte succión. 

Los submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil realizaron una primera inspección técnica en las instalaciones apenas unas horas después del suceso, y apreciaron un "leve" efecto de succión hacia el sumidero del fondo, aunque no tan fuerte como para arrastrar a tres personas que supieran nadar, según explicaron fuentes de la investigación.

Las declaraciones de la madre de los niños fallecidos y otra hija que se encontraba en la piscina en el momento en el que ocurrieron los hechos han dado un giro en la investigación, al exlicar que ninguno de sus familiares sabía nadar.