La Fiscalía de Ourense reclama dos años de prisión y la retirada de armas durante cinco años a dos cazadores por la muerte de otro, ocurrida el 19 de enero de 2020, durante una batida de jabalí organizada por la asociación de cazadores del municipio de San Xoán de Río.

El Ministerio Público pide, además, a ambos investigados que indemnicen a la viuda del fallecido con 100.000 euros y a su hija con otros 50.000, al considerarles culpables del trágico suceso, por el que les imputa a ambos un delito de homicidio imprudente. Se trata del cazador de cuya escopeta salió el disparo contra su compañero y del responsable de la batida.

J. R. L. y L. P. Á se sentarán en el banquillo a principios de 2022 por este caso en el Juzgado de lo Penal Nümero 1 de Ourense, según adelanta La Voz de Galicia. Según el sumario, ambos investigados formaban parte del grupo de 15 cazadores que el domingo 19 de enero de 2020 participaron en la batida, cuy fin era reducir la población de jabalíes. Sobre las dos y media de la tarde, una parte del grupo se separó del resto para localizar, junto a los perros, a una presa que había quedado malherida, efectuando uno de los implicados dos disparos para rematarlo. Uno de esos disparos alcanzó a la víctima, de 63 años.

Los disparos se realizaron fuera de la zona de caza

Según el informe del fiscal, "los disparos efectuados por el acusado los realizó fuera del puesto asignado en la batida", en una zona que no estaba habilitada para la caza. Además, le acusa de usar su escopeta sin conocer el paradero exacto de sus compañeros, poniendo así sus vidas en riesgo.

En cuando al otro acusado, el fiscal advierte de que tenía la obligación de "adoptar medidas de seguridad, colocación y condiciones" de la caza, y le considera responsable de "dar las debidas instrucciones a los demás cazadores participantes en la actividad". El representante del Ministerio Público señala que infringió su deber al "ordenar" a cinco cazadores, entre los que se encontraban la víctima y el otro acusado, que fueran a la zona de adiestramiento para rematar al animal malherido: "Sabía que dichos cazadores podían hacer fuego fuera del puesto que tenían asignado para la actividad de caza y sin saber exactamente donde se ubicaban los demás compañeros".

La defensa de los acusados, sin embargo, alegan que lo ocurrido fue un "desgraciado accidente" y llegan a culpar del mismo a la víctima por haberse desplazado de su puesto tras escuchar el primer disparo de su compañero y sin comunicárselo al resto. Recuerdan además el peligro que entraña dejar a un jabalí malherido en el monte, por lo que solicita la libre absolución para ambos.