¿Están el estrés y la ansiedad haciendo enfermar a nuestros jóvenes? Esta es la pregunta que se desprende de los datos de un reciente estudio que apunta que una parte importante de esta generación sufre no solo estos problemas emocionales, sino también problemas físicos.  

Según el trabajo 'Inserción laboral juvenil: aspiraciones, preocupaciones y desafíos' elaborado por la Fundación Pfizer y Fad Juventud, el 30 por ciento de los jóvenes asegura sufrir estrés de forma continua, y dos de cada diez, ansiedad. En el caso de las chicas, la situación todavía es peor y el porcentaje alcanza el 39,5%, frente al 17,8% de los varones. La incidencia de estos problemas es también mayor entre quienes tienen entre 25 y 29 años.

Los estudios y el trabajo no solo están afectando a la salud mental de la población más joven, sino también a su salud física, pues los datos de esta encuesta realizada a 1.200 jóvenes de entre 15 y 29 años, indican que casi la mitad de ellos padece de vez en cuando dolores musculoesqueléticosfatiga y falta de descanso.

Entre quienes trabajan, más de un tercio identifica como principal problema la sobrecarga y la falta de descansos, mientras que entre quienes estudian el problema deriva del exceso de carga académica y de la incertidumbre que presenta su futuro. 

Los problemas son mayores entre quienes compaginan ambas tareas, la de estudiar y trabajar, aproximadamente el 25%.

Salud y estabilidad económica, prioridades vitales 

Si bien todos estos factores, afectan al bienestar inmediato de los jóvenes, condicionan también sus expectativas laborales a medio plazo. Preguntada por sus prioridades vitales, esta generación señala dos aspectos fundamentales: la salud y la estabilidad económica- El 50,9% considera que lo más importante en su vida es "tener buena salud", seguido de la estabilidad laboral (44,4%). Muy por detrás quedan el desarrollo profesional (17,2%) y el éxito en el trabajo (14,8%).

En este contexto, la juventud de nuestro país apuesta por trabajos que le permitan conciliar su vida laboral y personal, tal y como prueba que más de un tercio, el 34,8%, señale que esto es lo más relevante, por encima de tener ingresos elevados o prestigio profesional. Las chicas dan más importancia aún al tiempo personal y valoran que haya un buen ambiente de trabajo.

“Los resultados de este estudio no dan lugar a dudas, la juventud española antepone la salud y la calidad de vida al trabajo", destaca el presidente de la Fundación Pfizer, Sergio Rodríguez, que subraya que "es positivo que los jóvenes tomen conciencia de la importancia de la salud en sus vidas, que la prioricen o soliciten apoyo cuando lo necesiten”. En una línea similar se pronuncia la directora general de Fad Juventud, Beatriz Martín Padura, que insiste en que “las y los jóvenes nos están diciendo con claridad que su bienestar no es negociable". 

Precariedad y brecha de género

A nivel laboral, los problemas de precariedad y brecha de género no parece solventarse. Según las cifras de este estudio, más de uno de cada cuatro jóvenes asegura cobrar menos de 1.100 euros al mes, y son muchas más las chicas que están en este rango salarial que los chicos, un  32,2% frente a un 20,7%. Las mujeres participan más en el mercado laboral (64,1% frente al 51%), pero esto no se traduce en mejores condiciones, sufren más temporalidad y tienen peores salarios.

Esos salarios bajos (41,9%), la dificultad para adquirir experiencia (35,5%) y la imposibilidad de emanciparse (33,6%) encabezan la lista de retos para esta generación.

"Como sociedad hay que seguir trabajando para que los jóvenes puedan contar con condiciones laborales, de educación y sanidad adecuadas para ayudar a dar respuesta a sus necesidades, apunta Rodríguez.. "Tiene la responsabilidad de ofrecerles oportunidades laborales que les permitan crecer profesionalmente sin renunciar a su salud ni a su vida personal”, zanja Martin Padura. 

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