Aunque la Comisión Europea se dedica a hablar directamente con los Estados, en temas de contaminación puede vigilar los niveles de gases en las ciudades de los países miembros. Hoy, Madrid está en el punto de mira.

Para Bruselas, han saltado todas las alertas en la capital desde que el nuevo alcalde, José Luis Martínez-Almeida, implantara la moratoria de las multas en Madrid Central. Aunque un juzgado paralizó el cambio del regidor popular, la Comisión podría llevar a España a los tribunales antes de irse de vacaciones, el 24 de julio, según informa eldiario.es. La capital europea ha informado por carta a nuestro país que debe realizar cambios por la "grave situación" en la que se encuentran Madrid y Barcelona por los altos niveles de gases contaminantes. 

Este no es el primer aviso que nuestro país recibe desde Europa, ya en junio de 2015 se abrió un expediente por exceso de dióxido de nitrógeno en las dos principales ciudades: Barcelona y Madrid. Y dos años después, en febrero de 2017, se nos dio un ultimátum por el “incumplimiento constante” para llevar el caso ante la justicia. En enero de 2018, el comisario de Medio Ambiente Karmenu Vella nos exigía, “a la vista del fracaso prolongado” que implantáramos cambios “suficientes para alcanzar los objetivos sin ningún retraso”.

Otros ocho países también estaban al borde del expediente: Alemania, República Checa, Francia, Italia, Hungría, Rumanía, Eslovaquia y Reino Unido. Sin embargo, el pasado mes de diciembre España no recibió ninguna advertencia después de que el Gobierno presentara diversas medidas, como las que se iban a implantar en la capital entre las que estaba Madrid Central.

Estos planes, que estaban “en fase de preparación” tenían la facultad de “abordar adecuadamente las carencias” de planes que tenía nuestro país, siempre que se administraran “correctamente y en los plazos anunciados”, según explicó el Ejecutivo comunitario.

Desde 2018 hasta ahora se han llegado a implantar algunas de las medidas presentadas a Bruselas hace siete meses. Por su parte, Barcelona ya ha diseñado su plan de restricciones al tráfico siguiendo criterios ambientales, aunque todavía no se ha puesto en marcha.