Los nuevos restos óseos que se localizaban el pasado lunes en el vertedero de Zaldibar (Vizcaya) derrumbado hace seis meses y bajo cuyos escombros quedaron sepultados los trabajadores Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, corresponden a "parte de un cuerpo", según ha informado la Ertzaintza.

Estos nuevos restos se suman a los localizados el domingo enterrados a una profundidad de 23 metros y que, por el momento, se desconoce a cuál de los dos operarios pertenece. Para averiguarlo, se realizarán pruebas de ADN a las familias.

Junto a los restos humanos, las autoridades han localizado un reloj, unas gafas de sol y una cámara de fotos que podrían pertenecer a Alberto, ya que se encontraban en su caseta de trabajo.

Tras estos hallazgos, los equipos de rescate siguen trabajado de manera minuciosa en la zona donde hace más seis desaparecían los dos operarios, que quedaron sepultados como consecuencia de un derrumbe.