El cantante Joaquín Sabina, la escritora Aroa Moreno o la periodista Sara Vítores leen previa entrevista de Àngels Barceló a Luis García Montero versos de Un año y tres meses, libro que el director del Instituto Cervantes acaba de presentar y en el que proyecta, a través de la poesía, los últimos meses y el adiós de Almudena Grandes.

La conversación con la locutora de la Cadena Ser del que fuera marido de la autora de El Corazón Helado o Las edades de Lulú, entre otras grandes obras, es una nueva lección de vida, amor y templanza, de las muchas que el poeta viene dejando en los medios desde el fallecimiento de su mujer.

“Estoy bien, el tiempo pasa y poco a poco se le encuentra un nuevo sentido a la vida. Hay motivos por los que pensar, hay amigos íntimos, la familia… Poco a poco, lo que era una convivencia con la pérdida y el dolor se convierte en una convivencia con una tristeza más llevadera”, dice en primera instancia después de que Barceló presente el que define como “el diálogo de dos miradas de que desde la enfermedad reflejan el paso de la vida” y “un manual de intenciones para cuidados íntimos”.

Cuidado “mutuo” y experiencia “imborrable”

Precisamente en el ámbito de los cuidados se detiene el entrevistado, asegurando que ahora recuerda aquellos meses como una “experiencia imborrable” en la que el cuidado “fue mutuo”. Con mención especial al también poeta Joan Margarit, que falleció igualmente a causa de un cáncer y que aparece asimismo en este libro, García Montero expone: “Desde la otra ladera, al recordar el año y tres meses de la enfermedad de Almudena lo recuerdo como una experiencia impagable. El haber podido cuidarnos, gratificarnos, en la intimidad del miedo, de la esperanza, es lo que da sentido a mi relación con ella”.

Previa pregunta Àngels recuerda, también de manera emotiva, el consejo que le dio el escritor el verano en el que ella tuvo que cuidar de su padre enfermo: “Cuando te lo contaba me dijiste ‘Disfrútalo, vívelo como algo positivo”. “En una enfermedad de este tipo es una convivencia diaria con la esperanza y con el miedo”, alega el autor.

“Esto es una enfermedad que se supera”

El poeta no ha querido dejar pasar la oportunidad de mandar un mensaje a los oyentes, muy especialmente a quienes se enfrentan a una enfermedad similar. “Nosotros hemos tenido mala suerte, pero tengo muchos amigos que han salido. Esto es una enfermedad que se supera y tenemos derecho a la esperanza, que lo oiga quien tenga cáncer”, asegura; y apostilla: “Pero en medio de eso tienes la espina de ‘¿y si no sale bien?’ y hay una mezcla de secretos, de lo que puedes hablar, de lo que te callas. No solo el que cuida, sino la persona cuidada cuida también a los demás, ayudando a que la esperanza sea más intensa, que los problemas no amarguen. Los cuidados son mutuos tanto para el que está enfermo como para el que cuida”.

Sobre esto, y con una nueva mención a Margarit recuerda lo que el poeta catalán le dijo, con gran templanza y tras conocer la noticia: que él se estaba muriendo y, en consecuencia, “haciendo caso a las estadísticas, Almudena se salva”. En este sentido no solo para él, sino para el resto de personas y amigos de la pareja aquí mencionados, así como otros, ha tenido también palabras de cariño y agradecimiento el director del Instituto Cervantes.

'La Resistencia'

Apelando a un capítulo del libro bajo el nombre de La Resistencia, García Montero reconoce que hay un pedacito de las novelas de la madrileña en la última del poeta porque, pese a los momentos difíciles, “siempre encontraba la manera para seguir resistiendo como el Madrid del que ella tanto habló”.

 “Era muy disciplinada y a resistir con lo que le decían los médicos. Si hay que seguir esta dieta se hace, si hay que andar se compró un reloj de estos que cuentan los pasos… Era una manera de resistir y resistir con esperanza. Yo escribí el poema porque como ella ha escrito tantas historias de guerra, de la resistencia de Madrid de la República, pues de pronto en un problema personal se convertía en esa teoría disciplinada de ponerse a favor de la vida”, recuerda.

Última novela de Almudena Grandes

También ha habido tiempo para hablar sobre la última novela de Almudena Grandes, Todo va a mejorar, que verá la luz el mes que viene.

“Ella dejó acabada prácticamente la novela. Le faltaban unas páginas y me pidió que escribiera un epílogo diciendo de qué manera le hubiera gustado acabar la historia”, concluye en relación a la que califica asimismo como una “novela en la que también hay esperanza” y que interrumpió, a causa de la pandemia, la continuidad de Episodios de una guerra interminable.