El que fuera presidente de la Junta de Extremadura y secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se encuentra muy grave tras una larga batalla con el cáncer y tras toda una vida dedicada a la política en las filas del Partido Socialista extremeño. Fernández Vara, firme defensor de la Sanidad Pública, dejó claras sus reivindicaciones para este sector con un discurso en primera persona y con su propia y valiosa experiencia como argumento de autoridad.
Fue en el 15º Congreso Regional de los socialistas, celebrado en la Feria de Muestras de Armilla (Granada), donde el socialismo encumbró a María Jesús Montero como secretaria general del PSOE andaluz y candidata a las elecciones autonómicas de la Junta de Andalucía, aún sin fecha. En aquel discurso, Fernández Vara se centró en su propia experiencia como enfermo de cáncer, en defensa de la sanidad pública y de la necesidad de no caer en el negacionismo de aquellos que optan por rechazar el pago de impuestos y la solidaridad común a través del esfuerzo fiscal. "Cuando te están dando un chute de quimioterapia, te acuerdas mucho de aquellos que pagan impuestos", arrancaba.
En ese mismo momento, todo el anfiteatro se levantó para aplaudirle, mientras él se emocionaba al estar hablando de su propia experiencia: "Cuando uno entra el primer día a un servicio de oncología, le encuentra sentido a toda su vida, a lo que representó la militancia y las campañas para el PSOE. Todo lo que ha significado nuestra historia. Todo alcanza su sentido", señalaba.
"Yo estoy aquí, con cáncer, gracias a la sanidad pública. Os digo que está muy bien que el nuevo vigía de Occidente entienda que hay que invertir mucho más en tanques, pero que esa inversión no signifique no invertir en medicamentos y salvar vidas. Esos son los debates que tenemos y tendremos en el futuro próximo", argumentaba Fernández Vara, en referencia a los incrementos del gasto militar impulsados por Donald Trump en la OTAN.
Una emocionante intervención que fue seguida de los discursos de José Luis Rodríguez Zapatero y la propia María Jesús Montero. Ambos se acordaron de sus palabras: "Eres un referente, Guillermo. Yo te veía y trataba de imitarte", le aseguró María Jesús Montero. "¿Cómo no nos vamos a sentir atraidos por Extremadura y gente como Guillermo Fernández Vara?", se preguntaba, por su parte, el expresidente del Gobierno, incidiendo también en la humildad del dirigente y su trabajo por el socialismo.
Trayectoria política de Fernández Vara
Fernández Vara dejó la vida política en 2023, año en el que su estado de salud empezó a agravarse y en el que tuvo que hacer frente a una operación por un cáncer en el estómago. Desde entonces, sus apariciones públicas fueron escasas para centrarse en preservar su intimidad y su bienestar. Durante su carrera política, que comenzó al afiliarse al PSOE en 1986, fue Director general de Salud Pública y Consumo de la Junta de Extremadura (1995-1996), Consejero de Bienestar Social de la Junta de Extremadura (1996-1999), Consejero de Sanidad y Consumo de la Junta de Extremadura (1999-2007), presidente de la Junta de Extremadura (2007-2011, 2015-2023) y vicepresidente del Senado de España, además de secretario general del PSOE extremeño desde 2008 a 2024, cuando fue relevado por Miguel Ángel Gallardo. Treinta años de servicio en diferentes cargos y dos profesiones: las de médico forense y profesor universitario.
Muy recordado es el último discurso que dejó el socialista al pasarle el testigo de la dirigencia autonómica a María Guardiola (PP): "Si me permiten humildemente un consejo, muy humildemente, he de decir que cuando uno está subiendo hacia la cima, como trate a la gente en ese proceso, será como ellos le traten cuando esté bajando de la cima". "Le deseo lo mejor. Lo mejor para usted será lo mejor para Extremadura. Le agradezco también al resto de fuerzas políticas su trabajo durante estos años, llenos de aciertos y llenos de errores", continuó.
"Muchos aciertos y muchos errores, pero en los que siempre se ha respetado una característica fundamental. Mi madre, cuando entré en política, me dijo que no me metiera con nadie ni me metiera en líos. Lo segundo no lo he podido cumplir, porque la vida y la política son un lío. Lo primero sí. Por encima de cualquier otra consideración, para mí estaba siempre el respeto por las personas. Nada más y buena suerte", zanjó, con unas palabras que provocaron un aplauso unánime en la Cámara. En su marcha de la vida política, también lo dejó claro con unas palabras que remarcaron su carácter sencillo: "No quiero homenajes, ni calles, ni plazas, solo disfrutar de la familia y de la vida".
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