La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha obligado a modificar el normal funcionamiento de todos los centros sanitarios, que poco a poco, tratan de recuperar el ritmo. Esto ha afectado a muchas pacientes crónicos y también a las mujeres gestantes. Tanto en la asistencia al embarazo como en el parto se han tenido que realizar modificaciones. “Cada hospital ha adaptado las consultas de control gestacional a sus propios recursos pero, de forma general, podemos decir que se ha intentado minimizar el número de visitas presenciales a los hospitales y centros de salud, dentro de la máxima seguridad en el control de la gestación”, cuenta a ELPLURAL.COM el Dr. Ricardo Savirón, jefe de sección de Obstetricia del Hospital Universitario General de Villalba.
De este modo se han mantenido las analíticas y las consultas "imprescindibles", como son las ecografías de las 12, 20 y 35 semanas, o consultas de alto riesgo que precisaban un seguimiento presencial. El resto, “se ha tratado de posponer lo máximo posible o se ha llevado a cabo mediante servicios no presenciales o vía telefónica”, aclara.
Embarazo y contagio
Pese a la incertidumbre que han sentido muchas embarazadas, es importante subrayar que “con el conocimiento que disponemos actualmente no parece que las embarazadas tengan más riesgo de contraer SARS-CoV-2”, subraya el Dr. Savirón, que añade que tampoco se ha demostrado mayor gravedad de la enfermedad en las gestantes que en la población general. Probablemente esto dependa de los “factores de riesgo asociados como la obesidad, la hipertensión arterial y la edad”, precisa. En este último aspecto, sobre todo, las mayores complicaciones se presentan a partir de los 70 años, lo que haría que en las gestantes no influyese.
Precauciones
En cuanto a las precauciones que han de adoptar las mujeres embarazadas, estas son las mismas que el resto de la población. Tal y como recogen la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Sanidad, han de lavarse frecuente de manos, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado al toser o estornudar, usar pañuelos desechables, mantener la distancia social de al menos un metro con el resto de personas y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
Actividad física y alimentación saludable
Aunque el confinamiento ha impedido a las embarazadas poder pasear, se les ha recomendado que, en la medida de lo posible, tratasen de mantener la actividad física en casa, un factor importante para evitar una enfermedad tromboembólica venosa. Ahora que ya se permiten las salidas reguladas, es recomendable aprovechar para dar un paseo, “tratando de evitar aglomeraciones y sin tener contacto estrecho con otras personas”, recalca el Dr. Savirón.
Del mismo modo, es importante mantener una alimentación saludable para poder controlar el aumento de peso, “un factor de riesgo para complicaciones durante el embarazo y el parto”, recuerda.
A nivel psicológico, al igual que en la población general, el bienestar emocional es fundamental, y dadas las circunstancias, es normal sentir tristeza, miedo o enfado. Por esta razón, subrayan el jefe de Obstetricia del Hospital de Villalba, es importante seguir manteniendo, aunque sea a distancia, el contacto con familiares y amigos.
Por otro lado, muchos de los miedos de las futuras mamás, ahora mismo, están relacionados con la posibilidad de contraer el SARS-CoV-2 y que afecte al feto. No obstante, insiste este especialista, en la actualidad “no se ha demostrado la transmisión vertical al feto”.
A todo esto hay que añadir que, para afrontar el embarazo de la mejor manera posible, es fundamental, establecer unas rutinas diarias y dormir las horas necesarias.
El parto
En lo que respecta al parto, desde que comenzó la pandemia se ha intentado que las pacientes estén el menor tiempo posible ingresadas en el hospital, con el fin de evitar que, tanto la madre, como el recién nacido, puedan contraer la enfermedad. Eso sí, “siempre garantizando la máxima seguridad al alta”, indica el Dr. Savirón.
“Se ha fomentado el alta precoz tras el parto, algo que ya estaba recogido en nuestros protocolos fuera de la pandemia”, matiza. De este modo, en un parto vaginal sin complicaciones la madre ha podido irse tras las primeras 24h.
Para garantizar la seguridad, además, se ha tratado de aislar la zona de ingresos de las gestantes de otras áreas hospitalarias con ingresados por Covid-19. “Se han cambiado algunos protocolos y circuitos habituales para adaptarnos a la situación de pandemia”, afirma este obstetra.
Asimismo, se han establecido medidas de protección, tanto para las pacientes como para el personal, como el uso sistemático de mascarillas, distanciar el espacio en las salas de espera, etc.
Mantener los protocolos
Dado que durante los próximos meses tendremos que convivir con el SARS-CoV-2, todas las medidas de prevención que se han implementado hasta el momento van a tener que seguir manteniéndose o reduciéndose progresivamente. No obstante, el Dr. Savirón lanza un mensaje tranquilizador a las gestantes recordándoles que, tanto a nivel de la atención en consulta, como en los ingresos hospitalarios, “continuaremos ofreciendo circuitos con todas las medidas de prevención necesarias para garantizar la seguridad de la paciente durante la atención en el hospital en el parto y en el postparto”.