Al dueño de la finca de Totalán, lugar donde falleció el pequeño Julen, David Serrano, le están “atormentando” todas las acusaciones públicas que están haciendo contra él, en especial la de “homicidio imprudente”, tal y como él mismo ha explicado en una rueda de prensa.

David compró la finca con “todos sus ahorros” para plantar aguacates y mangos, pero, al no encontrar agua suficiente para este tipo de plantaciones, tapó las perforaciones con bloques de hormigón. “Es lo que tenía allí para hacer un muro de contención, no era una casa ni nada de eso”, afirma el dueño de la finca.

Ese fatídico domingo 13 de enero, Serrano fue al campo con su primo, y también el padre de Julen, José Roselló. Ambas familias querían pasar un día en el campo, pero alrededor de las 14:00 horas, el pequeño de dos años se precipitó a una de esas perforaciones. Fue rescatado casi 13 días después sin vida por los mineros a 70 metros bajo tierra.

David declara al medio andaluz que “están destrozados” y que “en ningún momento se han puesto en mi pellejo, tras vivir esta desgracia y ser acusado por la opinión pública con mentiras”. También dice que no entiende la acusación de “homicidio imprudente” porque, según él “fue un accidente”. “No he matado a nadie, como para que traten de meterme un delito de homicidio imprudente. El homicidio suena muy duro. Allí estaban sus padres y vieron lo que ocurrió”, expresa el dueño de la finca, quien también afirma que la palabra “homicidio” le “atormenta”.

Alega que en la muerte del pequeño “no hay diferencia con el niño que se electrocuta, el que bebe lejía o aquel que se cae por una ventana. No deja de ser un accidente. Nadie ha querido que esto pase”, e igualmente recuerda que su propia hija de dos años estaba jugando en el mismo campo que Julen, “ha sido Julen como podría haber sido mi hija”, recalca.

David, y también su pareja Adriana Jiménez, llevan días acompañando a los padres de Julen, porque afirman que ya no tienen atención psicológica como en los días del rescate de su hijo: “Era como mi sobrino, estaba siempre en mi casa jugando con mi niña, en el parque o en la guardería. Lo quería mucho. Siempre estaba con nosotros. Se ha criado junto con mi niña, eran como hermanos”, explica Serrano.

Además, habló del estado de su pareja, quien dice que “tiene la imagen del niño cayendo al pozo hincada en la cabeza. Es inevitable pensarlo”. A todo esto, se le suma el verse en los medios de comunicación que le lanzan unas “acusaciones muy fuertes”. “Esto ha sido un accidente y tiene que salir la verdad de todo”.