Los jugadores de la selección española de fútbol se encuentran en el disparadero de la opinión pública y las redes sociales no solo por sus resultados en sus respectivos partidos de la Eurocopa, el último fue un empate por 1-1 ante Polonia, sino también por su actitud fuera del campo.

El delantero Álvaro Morata, uno de los más criticados por su rendimiento (acusa falta de gol) deslizó unas declaraciones despreciando la opinión de los seguidores que no han gustado nada, como tampoco fue bien recibido el hecho de que casi ningún jugador de La Roja atendiera a los aficionados, muchos de ellos niños, que se acercaron a la concentración en Sevilla para darles apoyo.

Las redes sociales se han posicionado claramente, tildando de “niñatos” a todos los que este domingo por la tarde no se dignaron a charlar, hacerse una fotografía o firmar alguna camiseta. De hecho, tal calificativo fue trending topic durante buena parte de la jornada.

Con este escenario como telón de fondo, se ha viralizado un speech del comentarista argentino Jorge Valdano en el cual valora la importancia de la humildad.

Valdano ha contado una anécdota “en un entrenamiento que se hizo largo” y “todos empezamos a quejarnos en coro: ‘Esto ya lo sabemos, estamos cansados, llevamos dos horas aquí’… lo clásico, pero todo el equipo con la misma cantinela”.

“El entrenador dio por terminado el entrenamiento y nos llevó al hotel en el que estábamos concentrados y al día siguiente, a las 05:00 de la mañana nos despertó. Llegamos todos a recepción con intención de ir al desayuno, nos dijo que de ninguna manera, que al autobús”.

Según el argentino, “pensábamos que había preparado una sesión de castigo, que estaba muy en el estilo de su dirección”. El autobús salió del hotel y paró a 400 metros, justo a la entrada de la boca de metro, donde fuimos espectadores de un auténtico espectáculo, pues nunca la habíamos visto a esa hora de la mañana. A esa hora había gente humilde entrando y saliendo. Ahí estuvimos en silencio viendo ese espectáculo social”.

“A la hora, el entrenador se levantó y dijo: ‘Esta gente sale de casa a la mañana cuando sus hijos están dormidos y vuelven por la noche cuando sus hijos ya están durmiendo. No me vuelvan a decir que el entrenamiento es largo’. Bueno, yo no recuerdo un autobús más silencioso en el regreso al hotel”.