La Tierra entrará en un estado de déficit ecológico este 28 de julio, según apunta Global Footprint Network. En esta fecha se conmemora el Día del Sobregiro de la Tierra (Earth overshoot day, en inglés), en el que se pone de relieve que los humanos han agotado todos los recursos naturales que el planeta puede generar en un año.

De esta fecha en adelante, el ciclo de la vida humana y sus hábitos continúan su curso, aunque con una escasez cada vez más pronunciada de productos ecológicos, lo que se traduce en un mayor consumo de los recursos disponibles. Una situación que se ha visto agravada a su vez y durante los últimos años por el cambio climático.

Los humanos consumen en un año como si vivieran en 1,75 Tierras

Pero, ¿a qué nos referimos con déficit ecológico? Hablamos del agua, materias primas como madera o alimentos, así como combustibles fósiles. En estos tiempos, los seres humanos utilizan un 74% más de los recursos que el propio ecosistema puede producir. Un dato alarmante desde que el mundo se adentró en esta situación en 1970.

Por este motivo, la urgencia es cada vez más apremiante, por lo que se debe impulsar un modelo de economía sostenible entre todos los gobiernos mundiales, contando con el apoyo y colaboración de empresas y la ciudadanía, para poner en valor los recursos naturales.

Este 2022, la fecha del Día del Sobregiro de la Tierra se ha adelantado un día con respecto al año anterior, siguiendo así la tendencia excepto por el caso de 2020 que, a causa de la pandemia de coronavirus y el confinamiento de la población, se fijó el 22 de agosto.

Agbar, un actor determinante en la salvación del clima

Agbar es una compañía que prima la preservación del medioambiente ofreciendo vías de solución para la sostenibilidad y buen cuidado del agua, los recursos naturales y la salud ambiental de los centros urbanos; así como la agricultura y la industria en consonancia con la hoja de ruta de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.  

Para alcanzar estos objetivos y hacerlos realidad, contribuyendo así a reducir la huella ecológica global, Agbar sustenta su acción en cuatro ejes principales. El primero de ellos se centra en la disminución de las causas del cambio climático a través de la energía verde y renovable, así como implementar soluciones de eficiencia energética o fomentar la movilidad sostenible. La compañía ya lo ha logrado a nivel interno: Agbar redujo en un 26,5% sus emisiones totales potenciales, llegando a cubrir en un 99,4% la capacidad de compra con energía eléctrica verde, lo que se traduce en el consumo de hasta 84.000 hogares. De la misma manera, la empresa generó 90,02 GWh de energía eléctrica renovable: 89% procedente del biogás, 9% energía fotovoltaica y 2% de turbinas hidráulicas.  

Después de intentar mitigar las consecuencias, se procede a adaptarse a ellas, siendo este el segundo punto clave de Agbar. La red Dinapsis es la herramienta clave con la que cuenta dicha compañía para desplegar soluciones digitales hacia la gestión del agua y la salud medioambiental del país, impulsando así una transformación de las urbes para que sea aún más verdes y resilientes.

Red Dinapsis, Agbar.

La red Dinapsis de Agbar despliega soluciones digitales para la gestión del agua y la sallud medioambiental

Asimismo, Agbar apuesta por la economía circular con soluciones de residuo 0. Para obtener dichos resultados, la empresa aborda una transición de un modelo lineal a una circular, que recicla y revaloriza los recursos. En este sentido, el proyecto pionero por excelencia es la transformación de las plantas de tratamiento de agua en biofactorías que valorizan los residuos, producen energías renovables y regeneran el agua para destinarla a otros usos como el riego o el industrial, siendo un modelo a seguir el de la biofactoría Sur de Granada, gestionada por Emasagra. Gracias a la economía circular, Agbar ha conseguido valorizar el 71,2% de los residuos de plantas depuradores y el 48,8% de potabilizadoras y, además, utiliza reutiliza 128,7 hm3 de agua regenerada, mientras que el 53% de estos se destina a usos agrícolas.

Por último, y a través de las infraestructuras verdes y una economía baja en carbono, Agbar impulsa el desarrollo de modelos responsables con el clima. Para ello, la compañía implementa medidas basadas en la naturalización de las instalaciones, tanto en ciudades como en ámbitos rurales, preservando siempre la biodiversidad, tales como: control de especies invasoras e incorporación de autóctonas, creación de refugios y muros vegetales, entre otros. El 88,2% de las instalaciones de Agbar están libres de fitosanitarios y el 90,2% con protocolo de actuación para especies invasoras.