La Guardia Civil ha detenido este martes a Joaquín Martins, uno de los hermanos de Antonio Anglés, autor de los asesinatos de las niñas de Alcàsser. Las autoridades han procedido igualmente a la detención de otros cuatro hombres al considerarlos presuntos responsables de haber secuestrado y torturado a una persona al que dejaron tirada en la carretera, atada de manos y desnuda.

Los hechos se enmarcan bajo la conocida como Operación Monserrat , que ha acabado con la detención de este grupo criminal al corroborar que el 29 de noviembre de 2021 abordó a un hombre en la ciudad valenciana de Montserrat mientras la víctima regresaba a su vivienda.

En la localidad de la capital del Turia -y que da el título a la operación- asaltaron con fuerza al hombre y con gran violencia le obligaron a subir a una furgoneta para después trasladarle a una nave completamente vacía. Le tuvieron retenido varias horas en el lugar y le golpearon para después dejarlo en las condiciones ya mencionadas en la carretera de Santa Ana, junto a la urbanización de Los Pitufos, en Paiporta. Cuando la policía le encontró estaba atado de manos y semiinconsciente, con bridas en las muñecas.

El vehículo que emplearon para perpetrar el secuestro apareció completamente calcinado, mientras que la edad de los acusados oscila entre los 29 y los 45 años. Lesiones, detención ilegal, robo con violencia, daños, pertenencia a grupo criminal o robo de vehículos de motor son algunos de los delitos de los que se les culpa. A ellos hay que sumarle los de falsedad documental y hurto.

El clan de Joaquín Martins

El primero de los arrestados es Joaquín Martins, antes conocido como Mauri Anglés, a quien consideran se sitúa al frente del clan. Llevó a cabo el cambio de nombre para desvincularse de su hermano, aunque a los dos hermanos les une la querencia por los actos delictivos. Así la cosas, Mauri estaba investigado por el crimen de Toñi, Miriam y Desirsiré tuvo un careo con Miguel Ricard durante el juicio, aunque no se pudo acreditar su participación.

Anglés tiene otros cinco hermano. Enrique y Roberto fallecieron el mes de agosto por enfermedades graves. Su hermana Kelly, Mauricio y Carlos completaban el árbol genealógico. Todos los chicos renunciaron al apellido paterno tras el sonado caso y pasaron a apedillarse Martins.

Denuncias a los hermanos

Roberto, Carlos, Mauri y una cuarta persona fueron juzgados en 2020 en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia por delitos de lesiones, extorsión y tenencia ilícita de armas, además de un delito contra la salud pública.

Por aquel entonces, las cuatro personas abordaron en la casa de uno de ellos en Massanassa a un hombre con antecedentes por tráfico de drogas. El mismo había sido citado previamente por haber, presuntamente, robado 50.000 euros que el hermano pequeño de Antonio Anglés ocultaba en un coche Ferrari que era de su propiedas.

La víctima de este otro caso negó deber dinero alguno. Como respuesta se encontró encañonado por una pistola y la obligación a que acompañase a los hermanos y la cuarta persona a una notoría de Benetússer, donde firmó la cesión del 40% de las acciones que poseían de una gasolinera en la localidad murciana de Yecla a favor de Carlos (el mismo hermano pequeño de Antonio Anglés). Así las cosas, la víctima de este hecho que ha puesto en antecedentes al actual, interpuso una denuncia que después reiteró durante el juicio, lo que derivó en que los Anglés quedaran libre de cargos más allá del arma propiedad del mismo Carlos, al ser hallada sin licencia.

La operación policial última, la que se ha saldado con el hallazgo de un hombre maniatado en plena carretera valencia ha sido llevada  a cabo por los Agentes del Grupo de Homicidios y de Personas Desaparecidas de la Guardia Civil. Este cuerpo ha sido los encargados de detener a cinco personas, entre ellas a un hermano de Antonio Anglés, considerado el autor material del rapto, violación y asesinato de Miriam García, Desirée Hernández y Toñi Gómez, las  niñas de Alcàsser.

Incógnitas por depejar del caso Alcásser

Por su parte, el caso de las niñas de Alcàsser sigue sin estar del todo solventado. Una acusación popular en el triple crimen ha solicitado al juzgado instructor del mismo que se analice ropa de las niñas y otros enseres con la finalidad de corroborar la participación del fugado Antonio Anglés en el secuestro, violación y asesinato de Míriam, Toñi y Desirée, que desaparecieron en noviembre de 1992 y cuyos cuerpos fueron hallados en el paraje de La Romana dos meses y medio después.