Escribir una buena novela no es fácil. Si encima se añade un contexto político real y convulso y un protagonista tan mítico que pervive en la memoria colectiva de muchos, todavía peor. Otros se hubiesen negado, pero Carlos Zanón aceptó el reto. Alea iacta est.

Quince años después de la muerte de Vázquez Montalbán, el escritor Carlos Zanón recibió una propuesta que casi roza la provocación: devolverle la vida al famoso detective Pepe Carvalho. El resultado de tal desafío es la novela "Problemas de identidad" (Editorial Planeta). En ella, Zanón describe a un Carvalho "escéptico, tierno, apátrida, lúcido y leal", a medio camino entre Barcelona y Madrid, mientras las placas tectónicas de la sociedad -ésta sociedad, la sociedad actual del 2017 - parecen moverse de un modo inédito.

El libro arranca con Carvalho en Madrid. Al poco ya tiene la cabeza metida en la taza de un inodoro del lavabo de un restaurante, empujada violentamente por un par de matones a las órdenes de un marido engañado. De regreso a su oficina cerca de Las Ramblas, suficientemente recuperado, el trabajo se le acumula. Y allá afuera la Barcelona de 2017 se despliega entre el ruido de la invasión del turismo y del procés. "¿Cómo ve el patriotismo el detective? Pues como una lucha de poderes en la que todos vamos a salir perdiendo", explica Zanón.

El experimento

Los de Planeta lo tuvieron claro desde el minuto cero: si alguien tenía que resucitar al famoso detective, éste tenía que ser Carlos Zanón. Poeta, novelista, guionista, articulista y crítico literario, sobradamente premiado; tiene el background más que necesario para salir victorioso de tal experimento. Aunque confiesa que, en un primer momento, su "mecanismo de defensa" le dijo que no cometiera tal suicidio profesional.

"Cuando corrió la voz, varios colegas me aconsejaron que no lo hiciera - admite - luego todo el mundo venía a darme consejos". Al final, explica, que tuvo tal presión que no pudo empezar a escribir hasta que logró olvidarse de intentar emular a Vázquez Montalbán. "Cualquier otra cosa hubiese sido una falta de respeto", afirma.

Cocinillas

Problemas de identidad ha sido escrito para que lo entienda un millennial que no sabe ni quién es Biscuter o la Briongos, pero que no se asusten los "carvalhistas", en la novela están todos los elementos clásicos (y nuevos) para el disfrute de todos. No obstante, algunos de los personajes principales estarán y otros no. Alerta spoiler: uno de ellos terminará en Master Chef.

Entonces, ¿cuáles son las novedades? Principalmente que Carvalho nos habla en primera persona porque, admitámoslo, un buen detective torturado tiene que hablar "de tú a tú" al lector.

"La única condición que puse fue eliminar todo el tema de las recetas de cocina", confiesa Zanón. Algo que los editores rechazaron de plano. "Al final entendí que la gastronomía formaba parte del mundo que había creado Vázquez Montalbán - confiesa - Los detectives americanos se atiborran de whisky y aquí, la marca de la casa es una buena comida mediterránea".

De momento, con esta novela, el autor afirma que no sabe si habrá una segunda parte. Quizá este Carvalho es como un único disparo, al aire. Pero lo que está claro es que seguirá "odiando la música moderna y quemando libros".