“El arte es un vehículo para denunciar el olvido y la injusticia que vive la causa saharaui". Así resume el objetivo de la presencia de los artistas internacionales en los campamentos de refugiados Isidro López-Aparicio, comisario de la última edición de ARTifariti, los Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos del Sahara Occidental que organizan el Ministerio de Cultura saharaui y la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla. "Desde el Arte se pueden generar estrategias y acciones que impacten en los medios de comunicación para provocar una presión social que trascienda al ámbito político –añade- y, de esta forma, impulsar la liberación de la última colonia de África, el Sahara Occidental. Estamos promoviendo un cambio”.

En esta línea, Jaime Vallaure de “Los Torreznos”, cuya participación ha causado gran impacto en los campamentos de refugiados, comentaba que “si en algún sitio tiene sentido el Arte es aquí, siendo útil que no utilitario, reflexionando sobre su propia esencia para proponer soluciones, o al menos pistas, a problemas que a lo mejor otras facetas del entendimiento humano no son capaces de alcanzar”.

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37 años de opresión
El artista saharaui Moulud Yeslem añadía que el Arte es una herramienta para reivindicar sus derechos. “Queremos decirle al mundo que basta ya de opresión, que llevamos 37 años en un campo de refugiados donde no crece nada y que, a pesar de esta difícil situación, estamos dispuestos a crecer como personas y como artistas”, afirmaba.

Del Sahara a Londres
La sexta edición de ARTifariti, que se clausuró este mes, viene a consolidar esta propuesta creativa como una de las más interesantes y demandadas del panorama internacional. Después de su presentación la pasada primavera en la Documenta 13, la Fundación Tapiés o el Reina Sofía, su comisario asegura que “se ha generado un producto de tal calidad que podemos mostrarlo en otros centros de prestigio internacional, lo que nos va a permitir dar visibilidad a la situación de Sahara Occidental que es nuestro principal compromiso”. Las citas inminentes serán en la Lisson Gallery y en la Tate Modern de Londres.

Numerosos artistas
Durante quince días se han visto en la wilaya de Bojador, en los campamentos de refugiados saharauis, obras de Los Torreznos, Antoni Muntadas, Gao Brothers, Miquel Barceló, Andreas Kauffman, Esther Ferrer, Isidoro Valcárcel, Santiago Sierra, Democracia, Eugenio Ampudia, La + Bella, Rinat Izhak, Daniel García Andújar, Lara Almarzegui, Moulud Yeslem, Left Hand Rotation, Mohamed Baecha, Andrzej Syska, Lehsem Lebsir, Ismail Banan, Gilles Fontolliet, Walad Mohamed, Sam Jury, las graffiteras Shamsia Asani, Dahba Mohamed y Banda Alhafed; el colectivo hispano-venezolano Design Sentas, Salek Brahim, Avelino Salas, Luali Barka, Madi Ahmed, Tasha Doremus, Kimiko Nonomura, Nuria Carrasco, la Sahara Caravan argelina, formada por más de veinte artistas coordinados por Walid Audoud; la versión nómada de "Living as Form” comisariada por Federico Guzmán, y los talleres de Sahara Libre Wear, con la implicación de Alonso Gil, Angustias García y Esther Regueira. Artistas de prestigio de quince nacionalidades expresaban así su compromiso con la transformación social.

El mundo de la cultura, en defensa del pueblo saharaui
“El mundo de la cultura internacional ha expresado su solidaridad con el pueblo saharaui y, sobre todo, con el pueblo saharaui que está sufriendo la brutalidad de la ocupación marroquí. Quiero desearle a los saharauis de las zonas ocupadas que se acabe cuanto antes esa tortura y que puedan vivir en paz y libertad”, comentaba Fernando Peraita, productor ejecutivo de ARTifariti, durante el acto de clausura del festival que suspendió su parte lúdica. La razón de este cambio en el programa fueron las cargas policiales marroquíes que tenían lugar en el mismo momento El Aaiún ocupado, a raíz de la visita histórica del enviado especial del Secretario General de Naciones Unidas para el Sahara Occidental, Cristopher Ross. “La cultura adquiere otro sentido cuando se utiliza para defender los Derechos Humanos”, dijo en el mismo acto la ministra de Cultura saharaui, Jadiya Hamdi, que agradeció el trabajo comprometido de los artistas.

Arte para subir peldaños
El colectivo español Left Hand Rotation, que se sorprendía de cómo el humor, herramienta de trabajo para ellos, les había permitido compenetrarse con el pueblo saharaui, hacía la siguiente reflexión: “Nuestro trabajo no va a solucionar su problema, pero el Arte sí puede hacer que vaya subiendo peldaños, ayudarles a recuperar su identidad no territorial, al estar en el exilio y, a la vez, conservar su identidad no ligada al territorio. Vemos una sensación de comunidad que en Europa no encontramos. Es importante haber venido y una de las cosas que nos llevamos es la resiliencia de este pueblo, su increíble capacidad de enfrentar los conflictos y sobreponerse a ellos” .

Seis años de trayectoria
Prácticas artísticas contemporáneas y compromiso social, una compleja combinación que ARTifariti está haciendo posible tras seis años de trayectoria. Los organizadores presentaron también la Escuela de Arte Saharaui, financiada por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional (AACID) y coordinada por la arquitecta Charo Escobar, como el siguiente logro de este proyecto. La presencia en los encuentros de estudiantes de las universidades de Sevilla y Granada, La Esmeralda de México, la Escuela saharaui de Cine y las Escuelas de Bellas Artes de Mostaganem, Argel y Londres confirmaban también la implicación del mundo universitario en esta aventura.