Crítica de 'La batalla de los sexos', de Jonathan Dayton y Valerie Faris
La batalla de los sexos es la nueva película de los directores Jonathan Dayton y Valerie Faris, que obraron aquel milagro de taquilla que fue Little Miss Sunshine, pero también la ingnoradísima Ruby Sparks. En la misma envoltura indie del primer éxito pero con una ambición claramente más comercial, este estreno narra el enfrentamiento que tuvo lugar en 1973 entre Billie Jean King (interpretada por una gloriosa Emma Stone) y Bobby Riggs (intepretado por un no también fantástico aunque algo histriónico Steve Carrell).
Ella es una campeona estadounidense de tenis femenino, que se encuentra en esas fechas en plena vorágine reivindicativa junto con otras tenistas para pedir igualdad salarial entre hombres y mujeres en el deporte que ama. ¿No suena actual, pese a la distancia en años? Tiene, además, problemas en casa por su reprimida orientación sexual, asunto que los Faris han sabido explicitar con talento a base de una narración en gran medida visual, la misma vía por la que abordan otros temas tratados en esta película formalmente cuidada, empezando por la propia imagen granulada que evoca el cine de los setenta
Riggs, por su parte, ya retirado del tenis, vive de su mujer, Priscilla (Elisabeth Shue), y a espaldas de ella, dilapida el dinero en apuestas. Es, justamente, ese olfato para sacar tajada lo que lo lleva a promover un partido que bautizará como ‘la batalla de los sexos’, aparentemente para apoyar la causa de su contrincante, aunque en realidad quiere, sobre todo, reubicarse en la cresta de la ola social, donde lo subió el tenis años antes. Ante las cámaras, cultiva una imagen de personaje de ‘macho’ con el que encubre las frustraciones y vacíos con los que lo golpea la vida.
Juegos de pista, juegos de dobles identidades, de dobles intenciones, de apariencias. Comedia y melodrama en una película que probablemente pase sin pena ni gloria, y probablemente no merezca más laureles, aunque es capaz de combinar, con notable  efectividad, elevadas dosis de comedia y entretenimiento con una historia sugerente.