El domingo 11 de julio tuvieron lugar movilizaciones en varias localidades de Cuba, convocadas en las redes sociales. Las protestas en la Isla están motivadas, según los expertos, por la desesperación económica de la población, fruto de los cortes de electricidad de los últimos días, así como de la escasez de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad.

Las movilizaciones fueron, en su mayoría, pacíficas, pero también hubo otras que derivaron en disturbios y saqueos de tiendas. Diez días después de la ola de protestas, el Gobierno cubano continúa sin proporcionar las cifras oficiales de detenidos, aunque algunas fuentes aseguran que se cuentan por centenas, principalmente jóvenes. Los medios de comunicación de medio mundo están informando sobre activistas, periodistas independientes y artistas que están sufriendo largos arrestos, sin tan si quiera, muchos de ellos, pisar las calles.

Una de las detenidas fue la corresponsal del medio español ABC, Camila Acosta, por cubrir las protestas y difundir a través de las redes sociales "la violencia y represión contra manifestantes pacíficos en La Habana". Acosta estuvo encarcelada durante cinco días sin acceso a Internet y con la aplicación de WhatsApp bloqueada, además de que confiscaron sus equipos de trabajo como su ordenador, por supuestos delitos contra la seguridad del Estado.

La ONU monitorea la situación en Cuba y pide que respeten plenamente la libertad de expresión y reunión pacífica de las protestas.

La postura de Estados Unidos y España sobre las movilizaciones

El Gobierno cubano asumió las situaciones críticas que generan este descontento, pero ha acusado a Estados Unidos de llevar a cabo una operación desestabilizadora que utiliza campañas mediáticas que exponen a Cuba como un país ingobernable con crisis absoluta.

Biden ya ha dicho que acabará con la política de hostilidad y sanciones que impuso Trump en su legislatura y levantará las medidas. Algunas de ellas son la restricción de envíos, que afectan directamente a la compra de alimentos, bienes y medicinas, en tiempos de pandemia.

La ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, Reyes Maroto, ha visitado Washington para pedir a Biden que se reviertan las sanciones de Trump al castrismo, que también afectan a empresas españolas.