Ahora que viajar es más fácil que nunca y está al alcance (casi) de cualquiera, con las promociones y ofertas que aparecen de vez en cuando, hay que tener mucho cuidado con lo que se compra porque a lo mejor te estás atando de pies y manos. 

Hacer un viaje es probablemente una de las experiencias preferidas de cualquier persona en su tiempo libre. Aparte de conocer un lugar nuevo, te permite experimentar una nueva gastronomía, conocer una nueva sociedad o simplemente te hace cruzarte por el camino con gente que puede resultar todo un descubrimiento. Pero lo que empieza siempre como una aventura puede convertirse en pesadilla sino se planea bien o si surge cualquier complicación inesperada, llegando a perder todo tu dinero por no haber pensado en alguno de los muchos seguros de viaje que existen.

Después de mucho años de experiencia organizando viajes para mí y para otros, puedo asegurar que sólo con buenos seguros de viaje podrás recuperar tu dinero íntegro en el caso fatídico de que no puedas viajar. Las aerolíneas NUNCA te van a reintegrar la totalidad de los vuelos, ya que si hemos comprado a través de una promoción, seguro que ésta va acompañada de alguna cláusula que así lo diga. Si viajas en tren, la única opción para que te devuelvan el dinero de tu billete es que se retrase más de una hora, y eso nunca pasa, pero lo peor es que cuando pasa, siempre alegan motivos externos que les libran de la devolución. Y si ya tenías el Hotel o la habitación reservada, olvídate también por lo menos de un 10% que te quitarán como penalización.  

Por eso lo mejor cuando se planea un viaje a largo plazo en el que cualquier cosa puede pasar, es pensar en contratar un seguro de viaje. Es verdad que tendrás que pagarlo, pero el precio que manejan hoy en día bien merece su valor, ya que un seguro de confianza te puede ahorrar muchos quebraderos de cabeza a la hora de conseguir que te devuelvan la totalidad de los gastos de un viaje, que te ha costado mucho tiempo y esfuerzo ahorrar.