La Dirección General de Tráfico (DGT) sigue renovando su señalización para adaptarse a las nuevas necesidades que surgen en función de cómo avanza la movilidad. Entre ellos, destacan los símbolos que se quedan fuera de la señalización vertical caracterizados por determinar algún rasgo del vehículo, como sucede en el caso de las pegatinas tipo V, que dan a conocer información sobre el vehículo o su conductor. Sin embargo, muchas de las pegatinas son desconocedoras por parte del público conductor, como ocurre con la pegatina V-26 destinada a los coches y motos compartidos o más conocido como el carsharing.

La DGT ya ha establecido una definición concreta en el concepto de los vehículos compartidos definidos como “vehículos destinados al alquiler sin conductor dedicado a su uso concatenado e intensivo por un número indeterminado de usuarios dentro de una zona de servicio delimitada” en el XI anexo del Reglamento General de Vehículos. Si bien, esta definición no acoge a “los vehículos destinados al alquiler sin conductor que no se dediquen exclusivamente a esa modalidad de alquiler”.

Captura de pantalla del distintivo ambiental V-26

 

¿Cómo es el distintivo V-26?

  • La pegatina tiene un fondo de color azul cobalto
  • Un signo gráfico de un coche en color blanco
  • El dibujo está acompañado de cinco personas en color blanco
  • En la parte inferior aparece el símbolo de la DGT en color plateado

La etiqueta V-26 fue establecida en 2018 con la misma forma circular que sus vecinas y con el mismo característico azul cobalto. La diferencia de esta pegatina al resto está en el dibujo del vehículo que aparece de color blanco y rodeado por cinco personal bajo el logotipo de la DGT en color plata. De esta forma, esta pegatina está destinada a los vehículos compartidos tanto coches como motos, pero en un principio, su uso no es obligatorio, pues depende de las competencias de cada Ayuntamiento para establecer su obligatoriedad.

El uso de la señal V-26 no es obligatorio y depende de las competencias de cada Consistorio en su normativa sobre tráfico 

La pegatina se sitúa en la misma posición que el resto, dentro del ángulo inferior derecho del parabrisas del vehículo, concretamente, en la parte superior de la Cero. En caso contrario, como sucede con las motos, valdrá con poner la pegatina en un lugar que sea visible a simple vista. El objetivo de la etiqueta es que los usuarios puedan localizar de manera rápida y fácil este tipo de automóviles y motos en el caso de que quieran usarlos.

“La correcta identificación de los vehículos de uso compartido es necesaria para analizar el impacto de los desplazamientos, facilitar el desarrollo de estrategias de movilidad y adoptar medidas de seguridad vial”, según recoge la instrucción 20/V-140 del Ministerio del Interior. De esta  forma, el Reglamento General de Vehículos señala que estos vehículos “deben estar disponibles, en cualquier momento, para ser utilizado mediante el empleo de aplicaciones móviles”.

Del mismo modo, esta señal también cuenta con más ventajas para los vehículos de sharing como utilizar los carriles VAO o disponer de plazas de aparcamiento concretas para estos automóviles. Lo que también facilitará las labores de los agentes de tráfico en el reconocimiento de estos vehículos con esta tipología de uso.

¿Cuáles son las pegatinas de la DGT más conocidas?

Los vehículos que no tienen distintivo en el parabrisas forman parte de aquellos automóviles con motor de gasolina que fueron producidos antes del año 2001, en el caso de la combustión por diésel, forman parte los coches anteriores al 2006.

Las cinco etiquetas del catálogo de distintivos de la DGT

La etiqueta B se incluye en los vehículos que tienen el motor de gasolina y los matriculados entre los periodos de enero de 2001 y 2005. En el caso de los vehículos por diésel, los matriculados entre enero de 2006 y agosto de 2015. Del mismo modo, sucede con los coches con etiqueta C. Los que funcionan a partir de gasoil a partir de 2006, mientras que con diésel, a a partir de septiembre de 2015.

Por último, las dos pegatinas más conocidas: la etiqueta ECO y la etiqueta Cero. En el primer caso pertenecen los vehículos microhíbridos, híbridos e híbridos con una autonomía inferior a 40 kilómetros. En el segundo caso, los vehículos híbridos enchufables con una autonomía de más de 40 kilómetros, incluidos los eléctricos.