Sol, playa y piscina son una combinación perfecta para disfrutar del verano. Sin embargo, no son los mejores aliados para el cabello. La exposición prolongada a la radiación solar, el cloro y la salitre estrepean el pelo, que tiende a resecarse y debilitarse.

Si a esto añadimos las alteraciones de la alimentación que suelen provocar las vacaciones tenemos la combinación perfecta para acabar encontrándonos con una imagen en el espejo muy diferente a la deseada.

“La agresión de agentes externos como los rayos UVA, el salitre y la arena del mar o el cloro de las piscinas, así como el uso de planchas y rizadores eléctricos que se vuelve más acuciante, son los responsables de que nuestro cabello se encuentre más deshidratado durante estos meses, lo que conlleva una pérdida de flexibilidad y, por ende, una rotura del mismo", asegura  Mª Eugenia Segovia, doctora de la clínica Hospital Capilar.

A esto, apunta, hay que sumar "no seguir una dieta correcta, o factores como la edad, sobre todo a partir de los 40, que pueden influir en la sequedad de nuestro pelo”. 

Señales de alerta

Estar atento a las señales del cabello sobre su estado puede evitarnos su deterioro. Un pelo desnutrido, sostienen los expertos, tiene apariencia de estar apagado, textura seca y quebradiza, y falta de brillo y volumen. La pérdida de flexibilidad hace que se rompa con facilidad al estirarlo y es más propenso a las puntas abiertas y a enredarse. 

Claves para evitar los daños

Para evitar que se dañe, desde esta corporación de cirugía capilar, sugieren las siguientes pautas: 

1. Utiliza un protector solar

Antes de exponernos a jornadas prolongadas al sol es aconsejable aplicar en el cabello un protector solar. Esto es aún más importante en pelos pelos teñidos o decolorados, ya que son más sensibles a la exposición solar porquen pierden la defensa natural del cabello y se queman con más facilidad. "Los tintes químicos provocan que nuestra melena se reseque más al modificar la capa media del pelo, donde se localiza la melanina responsable de la coloración de nuestro cabello”, apunta la Dra. Segovia. 

2. Prescinde de secadores y planchas

Durante esta época del año se debe evitar, en la medida de lo posible, el uso de secadores o planchas. "En verano sometemos al pelo a diferentes factores agresores con mayor frecuencia y existe una mayor tendencia a romper la fibra capilar", advierte esta especialista.

En caso de que se necesario emplearlos, se recomienda aplicar antes sobre el pelo un protector térmico. El aire del secador, que no debemos acercar demasiado al cabello (se recomienda mantener una distancia de 20 centímetros)  debe estar templado o frío. 

3. Escoge bien el champú y el acondicionador

Para evitar la sequedad capilar debemos escoger bien los productos que vamos a utilizar. Los champús  han de ser acordes a nuestro tipo de cuero cabelludo y  no contener sulfatos o alcohol y los acondicionadores deben ser ricos en aceites vegetales. El lavado debe hacerse con agua tibia y masajeando el cuero cabelludo.

Una vez por semana, se aconseja aplicar una mascarilla ultrahidratante.

4. Presta ateción a tu dieta 

Seguir una dieta equilibrada y rica en grasas saludables contribuirá en gran medida a mantener sano e hidratado nuestro cuero cabelludo. “Durante estos meses debemos incorporar en nuestra dieta los frutos secos, que contribuirán a la hidratación capilar, así como los cítricos, que son antioxidantes; las semillas como el girasol, lino, sésamo o calabaza; alimentos ricos en agua como el azufre y el zinc, verduras como zanahorias, calabazas, melocotones o mango; los rábanos por sus propiedades détox y alimentos ricos en histidina como los lácteos, pescados, huevos y legumbres”, detalla la especialista de Hospital Capilar.

5. Hidrátate

Por último, es importante beber unos dos litros de agua al día para mantenernos bien hidratados. No se debe abusar de sustancias como la cafeína.