El rey emérito, Juan Carlos I, en su entrevista con el medio francés Le Figaro y en su próximo libro de memorias Reconciliación, ha lanzado un mensaje directo a su nieta, la princesa de Asturias Leonor, al tiempo que deja entrever su amargura por el aislamiento y las consecuencias de su relación con Corinna Larsen. Desde Abu Dabi, donde reside desde hace cinco años —aunque asegura que pensó quedarse solo unas semanas—, el exmonarca se ha mostrado nostálgico por España y resignado ante el control que ha admitido que siempre han ejercido sobre su vida la Corona y el Gobierno.

“Desde mi nacimiento no soy dueño de mi destino”, ha confesado Juan Carlos, quien ha asegurado haber dado la libertad a los españoles sin poder disfrutarla él mismo. El emérito ha recalcado que su futuro depende ahora de su hijo, Felipe VI, y del Ejecutivo de Pedro Sánchez. En un tono casi de advertencia, ha expresado una reflexión que a su vez parece también un consejo para Leonor, próxima heredera: que el trono exige renunciar a la libertad personal.

Entre sus recuerdos, el emérito ha evocado a su relación casi filial con el dictador Francisco Franco y los sacrificios que, según él, ha debido asumir por “las exigencias de España y del trono”. Sus palabras, teñidas de melancolía, han dejado entrever un intento de justificar sus errores personales —incluidos los escándalos vinculados a Corinna— como parte del precio de haber sido rey.

El consejo a la princesa Leonor

El periodista encargado del artículo en 'Le Point' le ha preguntado al emérito sobre si tiene algún consejo que darle a la princesa de Asturias, Leonor. Juan Carlos I ha aconsejado a su nieta que esta debe ser "segura de sí misma, que cumpla con su deber con simpatía y bondad” y además que “sea la garante del respeto de la Constitución española".

"Vivo sin perspectiva, sin ninguna certidumbre de poder regresar a vivir a mi país, incluso si todos los asuntos jurídicos han sido cerrados y no hay nada en mi contra", se ha quejado ante el redactor. "En pie frente a todo, por instinto de supervivencia, por fuerza de carácter", ha destacado el emérito.

En los extractos adelantados por 'Le Point', el antiguo monarca también ha abordado temas como su muerte y su funeral. Cuando llegue el momento "podrán hacer lo que quieran conmigo", ha afirmado mientras aseguraba desconocer si hay planes ya previstos para su funeral.

Además, Juan Carlos I ha aprovechado para mencionar a Felipe VI al que ha reconocido para 'Le Monde', que le ha "dado la espalda por deber". "Entiendo que como rey tiene una posición pública firme" pero eso no impide que sufra por el hecho de que "se muestre tan insensible".

Por lo otro lado se ha referido a la reina Sofía y ha admitido que se lamenta "amargamente" que no haya ido a visitarle a Abu Dabi mientras que sobre la reina Letizia ha mencionado que su llegada "no ayudó a la cohesión de nuestras relaciones familiares" y ha confirmado que entre ellos existe un "malentendido personal".

El error del emérito: su relación con Corinna

Uno de los temas que ha mencionado el emérito que aparecen en sus memorias es relación con Corinna Larssen. Juan Carlos I ha admitido que esa relación fue “un error que lamento amargamente", y ha apuntado que "aunque parezca banal" en ocasiones los hombres y las mujeres se ven "cegados hasta tal punto que no ven la evidencia".

"Tuvo un impacto nocivo en mi reinado y en mi vida familiar, erosionó la armonía y la estabilidad de estos dos aspectos esenciales de mi existencia, llevándome finalmente a tomar la difícil decisión de abandonar España", ha reconocido.

Según el Juan Carlos, sus acciones empañaron su "reputación a ojos de los españoles". "En esta caza al hombre, he resultado ser una presa fácil, pero esa debilidad es la de un hombre, ella nunca interfirió en mis preocupaciones de rey por mi país", ha sentenciado.

Asimismo, el emérito ha decidido admitir que fue "un grave error", según ha apuntado 'Le Monde', el aceptar los 100 millones de dólares que le regaló el rey de Arabia Saudí. Se ha referido a esa cantidad como un "regalo generoso", "un acto de prodigalidad de una monarquía hacia otra" mientras aseguraba que no supo rechazarlo y que lo aceptó pensando en velar por las necesidades de su familia y en su jubilación, "lejos de la vida oficial española".

Los agradecimientos a Franco

Un punto para destacar en su entrevista han sido las palabras de Juan Carlos I respecto a su relación con Franco, y según algunos extractos adelantados por 'Le Monde', el emérito ha agradecido al dictador su posición diciendo que si fue rey "fue gracias a él". "Lo respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido político", ha admitido asegurando que nunca permitió que "nadie le criticara" delante suyo.

'Le Point' ha destacado que también relata su última conversación con el caudillo en su lecho de muerte. "Me cogió la mano y me dijo como en un último suspiro: 'Alteza, solo le pido una cosa: mantenga la unidad del país'. Esa fue su última voluntad. No me pidió que preservara el régimen como estaba o los principios del Movimiento Nacional", ha subrayado.

"Por tanto, tenía las manos libres para iniciar reformas mientras la unidad de España no fuera puesta en cuestión. Tuve la impresión de que me daba libertad de actuar", ha pretendido justificar los pasos que dio a continuación y que culminarían con la celebración de elecciones libres el 15 de junio de 1977 y la proclamación de la Constitución el 6 de diciembre de 1978.

En las declaraciones del emérito para 'Le Point', Don Juan Carlos ha defendido su decisión de publicar ahora sus memorias, en vísperas de que se cumplan 50 años de su llegada al trono y de la restauración de la monarquía. "Tengo la sensación de que me roban el relato de mi vida", ha expresado.

"Ha habido muchas mentiras y exageraciones en lo que se ha dicho de mí, entonces he querido contar mi historia, mi versión, a corazón abierto, y hablar de todos los temas con sinceridad", ha añadido.

Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes

Síguenos en Google Discover