Julia Faustyna no es Maddie, la niña de tres años que había desaparecido en los apartamentos del Ocean Club Resort en Praia Da Luz, hace casi dos décadas. La joven disparaba las alertas de todo el mundo ante la sospecha de que Faustyna podría ser finalmente la niña británica tras sus hipótesis publicadas en su perfil de Instagram comparando su aspecto físico con el de Madeleine McCann, así como el desconocimiento de su pasado hasta que llegó a Polonia con sus padres adoptivos.

Pero no lo es. Así lo ha confirmado la representante de la joven, la médium Fia Johansson, tras los resultados de la prueba de ADN que solicitó a Kate y Gerry McCann para comprobar si su historial genético coincidía con el de Faustyna. “La historia es mucho más complicada que una joven chica polaca queriendo llamar la atención. Ella realmente creía lo que estaba diciendo y con muchas dudas sobre su infancia es fácil entender de dónde vino”, explica en una publicación a través de sus redes sociales.

La historia es mucho más complicada que una joven chica polaca queriendo llamar la atención

De acuerdo con los resultados de la prueba genética, Faustyna no tiene raíces británicas como la menor desaparecida, sino polacas y en menor medida lituana y rusa, aunque si bien, Johansson ha afirmado que la joven “tiene ascendencia 100% europea”. Lo que sí ha disgustado a la médium es que “es imposible de saber seguro sin los resultados del ADN de sus padres, los resultados de las pruebas hablar de los orígenes de Julia” tras la decisión de su madre adoptiva de realizarse una prueba de ADN.

 

Julia vuelve a Europa

En concreto, la familia actual de Julia ha descartado participar en lo que califican “el circo mediático” de Faustyna, lo que ha levantado las sospechas de la joven y de su representante. La joven acaparó las portadas de los medios de comunicación tras su relato. En los posts publicados cuenta que es adoptada y que vive en Alemania con su familia, de la que no quiso dar más detalles. Sus argumentos se centraban en la falta de recuerdos sobre su infancia y la ausencia del certificado de nacimiento que probarían sus sospechas.

En sus redes sociales también recuerda que durante su niñez estuvo de vacaciones observando a tortugas recién nacidas en la orilla y unos bloques de apartamentos blancos, así como un bar donde realizaban varios espectáculos de disfraces. Un relato en el que la opinión pública señalaba que podría coincidir con el de la menor desaparecida aquel sábado 3 de mayo de 2007.

En cualquier caso tras el resultado ha decidido volver con su padre. Le deseo lo mejor

Tras las publicaciones de Faustyna, Instagram decidió cerrar la cuenta de la joven, por lo que, ahora la médium es la encargada de comunicar los pasos de Julia. “Los haters denunciaron su cuenta y difundieron mentiras. Ya nos comunicamos con Instagram; están al tanto de esas cuentas que estaban detrás de esto”, decía Johansson tras la suspensión de su cuenta. Asimismo, la joven abandonaba Europa tras las amenazas de muerte y partió hasta Estados Unidos donde se reencontraría con la investigadora privada Fia Johansson. “En cualquier caso tras el resultado ha decidido volver con su padre. Le deseo lo mejor”, ha zanjado Johansson sobre la decisión de Faustyna, aunque antes de abandonar el país norteamericano la joven dará una entrevista sobre su versión.

Madeleine McCann desapareció mientras dormía en el apartamento 5ª del complejo turístico Ocean Club de Praia da Luz, en el Algarve portugués. A unos 50 metros se ubicaba un bar en donde Kate y Gerry McCann cenaban con sus amigos. No fue hasta que Kate se levantó sobre las 22.00 horas para revisar como estaban sus tres hijos dio la alerta de que la pequeña Maddie había desaparecido. Casi dos décadas han pasado sin una respuesta clara sobre el paradero de la menor de tres años. Por medio de las pesquisas policiales se cuela el relato de las falsas Maddies que aseguran ser la pequeña por el característico colobama que portaba la pequeña de los McCann, entre ellas, la influencer Maddie, la joven Harriet Brookes o ahora Julia Faustyna.

Desde el principio Kate y Gerry se negaban a realizar una prueba genética porque “no se querían arriesgar” y preferían mantener el silencio. Las autoridades tampoco daban crédito al relato de Faustyna cuando aseguró ser la menor basándose en la versión de los agentes alemanes que estiman que Madeleine fue secuestrada y asesinada por el pedófilo Christian Brueckner, aunque su cuerpo nunca fue encontrado.