Cuando la música suena, el mundo gira a 33 revoluciones por minuto. Ahí está la desgarradora Strange Fruit de Billie Holiday, que se convirtió en un himno contra los linchamientos raciales en los Estados Unidos de los años 30, o Waving Flag de K’naan, que fue capaz de llamar la atención sobre la situación de los refugiados en un contexto como el Mundial del 2010. La música es capaz de cambiar el mundo porque nos mueve y nos inspira a movernos. Incluso a pequeña escala, como en el concierto solidario que Antonio José dará el 13 de agosto en el Festival de Cap Roig, patrocinado por la Obra Social ”la Caixa”: parte de los beneficios se destinarán a hacer realidad una serie de talleres que fomentan la ocupación laboral en personas con problemáticas de salud mental.

Según un informe de la Confederación de Salud Mental de España, a día de hoy, el 84 % de las personas diagnosticadas con un problema de salud mental no tiene trabajo. Pero desde la fundación TRESC, a la que irá parte de lo recaudado en el concierto de Antonio José, trabajan día a día para que estas cifras sean cada vez más bajas.

Si quieres conocer el trabajo de la fundación TRESC puedes consultar este reportaje de la revista social social Alma.

Si no puedes venir al concierto, también puedes contribuir desde casa. Como proclamaba a golpe de guitarraPatti Smith: “Podemos darle la vuelta al mundo, hacer girar la Tierra en otro sentido, porque la gente tiene el poder”.