Charles Pfizer, un joven químico alemán, fue el fundador junto a su primo Charles Erhart  de Pfizer and Company. Ambos emigraron desde su Alemania natal a EEUU al considerar ese país “una tierra de oportunidades”. Llegó a Nueva York en 1845 y en solo 5 años ya se comercializaban productos de Pfizer.

170 años después, Pfizer es el mayor grupo empresarial farmacéutico del mundo y con claras posibilidades de pasar brillantemente a las páginas de la historia como creadores de la primera vacuna de la pandemia que arrasa al mundo en el año 2020 con una eficacia de un 90 %. Un dato casi increíble en la historia de la ciencia y las pandemias. Pero hasta llegar aquí hay toda una historia de trabajo, perseverancia, emigración, emprendimiento y anécdotas. Veamos.

Hijo de un pastelero alemán

Charles Pfizer nació el 22 de marzo de 1824 en la localidad alemana de Ludwigsburg (Luisburgo) a tan solo 12 kilómetros del centro de Stugartt y murió el 19 de octubre de 1906 en Newport (Rhode Island). Su padre era un tendero y pastelero de Ludwigsburg que le ayudó a él, hijo único, a emprender su aventura empresarial en Nueva York prestándole los primeros 2.500 dólares que les sirvieron a Charles y a su primo para adquirir un pequeño edificio de ladrillos en Bartlett Street en Brooklyn.

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Sus antecesores hunden sus raíces en su lugar de nacimiento siendo su familia de clase media muy respetada. En su árbol genealógico destaca Johann Jacob Pfizer, su tatarabuelo paterno, nacido también en Ludwigsburg en 1684 y doctor en Teología.  Tras su formación escolar Pfizer fue aprendiz de boticario y fue en ese momento cuando adquirió  formación práctica en química. En su tiempo libre estudió gestión empresarial y teoría de la química.

En busca de mejores oportunidades laborales

Sabemos por su hija Alice las razones de su decisión de emigrar a Estados Unidos: “Coincide con las  miles de  jóvenes europeos; buscar mejores oportunidades laborales unidas a un ansia de vivir en una tierra de libertad”. Alice contaba en sus memorias  que su padre era “joven y entusiasta, rebosante de ideales que movían las almas de sus contemporáneos, nada en Europa parecía digno de los tremendos esfuerzos requeridos para reformar y renovar y edificar la tierra de su nacimiento... Pero allí, al otro lado de ese gran Océano Atlántico, había un nuevo país no solo lleno de innumerables oportunidades, sino que también estaba abriendo sus brazos a todos los que vendrían y ayudarían a edificarlo”. Previsor Pfizer, antes de dar cruzar el charco estudió la historia de Estados Unidos, aprendió inglés y adquirió conocimiento de las leyes americanas.

Estar en el lugar correcto en el momento correcto

Era el momento adecuado para iniciar esta aventura americana pues Estados Unidos vivía un rápido crecimiento de población y en paralelo surgía una alta demanda y creciente de productos químicos, una industria, la química, en pañales. Un dato que lo corrobora el hecho de que en 1850, la industria química estadounidense ocupaba solo a unos 1.000 trabajadores. El éxito comercial de Pfizer fue el epítome de estar en "el lugar correcto en el momento correcto". La mesa estaba servida para acometer la operación que Charles Pfizer albergaba en su mente. A ello se unió la solidez y lealtad de la unión societaria con su primo Charles Erhart. Más pegamento forjó en 1856 el matrimonio de Erhart con la hermana de Pfizer, Fanny. El hijo de Erhart, William, nacido en 1868, se uniría más tarde a la empresa. Cabe destacar que aunque su primo era copropietario de la empresa, Charles Pfizer fue siempre reconocido como socio principal, tal vez por su capacidad de liderazgo.

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El éxito de partida y talismán: las lombrices intestinales

En el anteriormente mencionado pequeño edificio de ladrillos en Bartlett Street en Brooklyn comenzaron a fabricar Santonin, una combinación para eliminar las lombrices intestinales, una dolencia muy común en el siglo XIX, así como otros productos químicos. Con el tiempo ampliaron su línea de productos para incluir en las farmacias sales de yodo, mercuriales y de bismuto. La insistencia de los primos en la calidad era prácticamente una obsesión, y sus productos rápidamente ganaron un amplio reconocimiento con el sello de la "Calidad Pfizer", un eslogan que luego se utilizó en todos los envases de Pfizer.

Préstamo de 2.500 dólares de su padre y una hipoteca de 1.000

Todo indica que Pfizer y su primo arribaron a Nueva York con la idea del Santonin ya organizada pues la filosofía del joven químico, que después ha caracterizado a la empresa en todo su devenir, es no dejar nada a la improvisación. Y así ha seguido el desarrollo comercial posterior de Pfizer, en expansión permanente pero conservadora. Y en esa línea los dos primos estuvieron varios meses contactando entre los farmacéuticos de la zona, distribuyendo muestras de su producto e intentando cerrar compromisos de compras. Cuando logró crear una red de distribución del producto, fue cuando Pfizer, gracias a un préstamo de 2.500 dólares de su padre y a una hipoteca de otros 1.000, adquirió el edificio de ladrillos en Brooklyn y empezó a fabricar a gran escala.

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Repartió medicamentos casa por casa y a caballo

El Santorin nos descubre la agudeza de Charles Pfizer. El fármaco contra las lombrices intestinales era hasta ese momento de un sabor amargo muy desagradable. En el tratamiento típico se necesitaban tres dosis diarias durante varios días por lo que era aborrecible. Pfizer tuvo la gran idea de combinar su talento químico con el de su hermano  pastelero. De esa unión de ideas creó un fármaco agradable al dotar al medicamento de un sabor a caramelo, el cono de crema. Lógicamente sus conos de Santonin resultaron un éxito enorme e  inmediato que lo pusieron en el camino de ser un gran empresario. Pero lo logró no sin esfuerzo: Pfizer entregó sus conos de azúcar a los clientes personalmente, al principio a pie y luego a caballo y en carruaje a medida que el negocio se expandía.

De Manhattan a Wall Strett con uno de los primeros teléfonos de Nueva York

A partir de ahí todo fue crecimiento. En 1857 abrió una oficina en el centro de Manhattan en Beekman Street, en el corazón logístico químico. Más tarde, en 1878, las dependencias se trasladaron a un edificio de cuatro pisos en Wall Street, concretamente en Maiden Lane. Como dato curiosos Pfizer contó con uno de los primeros teléfonos de Nueva York. La empresa pasó a producir distintas especialidades químicas finas y puras que fabricaban en cantidades pequeñas y se vendían a precios relativamente altos. Mientras tanto, Charles Pfizer no renunció a sus orígenes germanos y viajaba frecuentemente a Europa con permanentes contactos comerciales con proveedores de materias primas.

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"La fábrica de alcanfor"

La variedad de productos también clave de su rápido éxito. Pfizer no comercializó posteriormente medicamentos en forma de píldoras y pastillas, sino que optó por fabricar productos químicos puros para la venta a mayoristas y minoristas. En 1855, Pfizer estaba produciendo compuestos de yodo usados como medicinas o desinfectantes. Un producto con alcanfor lo hizo tan popular y famoso que Pfizer era conocida como "la fábrica de alcanfor". Sus productos se utilizaban con finalidades médicas y farmacéuticas pero también para la limpieza, conservante de alimentos o hasta la fotografía. Con el estallido de la Guerra Civil Española se incrementa el despegue empresarial. El alto número de fallecidos provocó un aumento en la demanda de antisépticos, desinfectantes y productos farmacéuticos, productos fabricados por Pfizer. La empresa fabricó también desinfectantes de yodo, laxantes y tratamientos para la sífilis.  

Los tártaros crudos y los aromatizantes de los refrescos

Estos productos químicos se fabricaban a partir de los residuos extraídos de las barricas de vino en las bodegas. El suministro inmediato y los bajos costes laborales habían dado hasta ahora a Francia e Italia un papel dominante en su producción. En 1863, Pfizer comenzó a importar tártaros crudos de sus contactos europeos y a refinarlos en su propia fábrica. Como materiales de desecho eran baratos pero podían transformarse en un producto de un precio superior. Para 1871, las ventas habían alcanzado alrededor de 1,4 millones (aproximadamente 26,6 millones en 2011), el doble que diez años antes. Otro hito se produjo a partir de 1880, al comenzar a fabricar ácido cítrico que se convirtió en uno de los productos de mayor venta de Pfizer por la creciente industria de refrescos que lo usaba como aromatizante.

En 1891 murió el socio de Pfizer, Charles Erhart. Pfizer ejerció la opción -acordada entre ambos en vida- de comprar su participación  por la mitad de su valor de inventario. Pagó a los herederos de su socio 119.350 dólares (unos 3 millones en 2011). Ya, como único propietario de la empresa, incorporó a sus hijos a la compañía  así como al hijo de su primo fallecido y socio, Charles Erhart, su sobrino. Después de nombrar director general a un antiguo trabajador de la empresa, Pfizer, de setenta años, se retiró cada vez más de la gestión activa de la empresa. Más tarde sufrió un accidente tras caer por unas escaleras mientras estaba de vacaciones en su casa de Newport en Rhode Island. Unas posteriores complicaciones y neumonía provocaron que Charles Pfizer falleciera con 82 años de edad el 19 de octubre de 1906.

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Charles Pfizer, y su primo Charles Erhart fundadores de la compañía

Ciudadano estadounidense en 1856 y matrimonio en 1859

Según su hija Alice, Pfizer era un gran trabajador que salía a la oficina de madrugada y regresaba tarde a casa. Pfizer se convirtió en ciudadano estadounidense en 1856. En uno de sus viajes de negocios a Alemania conoció a su futura esposa, Anna Hausch. Mientras miraba un desfile y ver a Anna en un balcón, indagó y se presentó en un baile esa misma noche. Se casaron en 1859 y tuvieron siete hijos, cinco de los cuales sobrevivieron hasta la edad adulta.

Amante de la ópera y liberal

Fue miembro del Metropolitan Opera House de Nueva York y acudí regularmente a las funciones del sábado. No fue un hombre activo en política y no se le conocen convicciones religiosas aunque respetaba las de su esposa. Su hija menor lo recordaba como una figura afectuosa aunque muy distante, un "hombre sabio, de mente amplia, generoso y culto". Liberal en la educación de sus hijos, practicó un estilo de crianza de niños "laissez-faire".

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Planta de Pfizer en España en San Sebastián de los Reyes

Nunca olvidó a Alemania y progresista en lo laboral

Pfizer ubicó su primera oficina en un área muy poblada por inmigrantes alemanes, Williamsburg y desde allí contrató a tantos alemanes en su fábrica de Brooklyn que era conocido como "el Astillero de la Marina Alemana”. A Pfizer se le consideraba un buen empleador con cierta debilidad por sus compatriotas inmigrantes alemanes. Se comentaba que cualquier germanoamericano necesitado que acudiera a Pfizer tenía prácticamente asegurado un trabajo. De él se ha escrito que tenía ideas progresistas sobre la relación entre mano de obra y directivos. La empresa estableció un fondo de reserva de emergencia para los empleados y sus familias en peligro para ser utilizado por los empleados a su discreción. En enero de 1906 se inició un plan de participación en las ganancias para los empleados, una tradición que se expandiría en años posteriores. En su testamento, Pfizer hizo una donación económica a la Sociedad Alemana de Hospitales de Brooklyn.

Mediante una planificación cuidadosa y un arduo trabajo, Pfizer fundó una empresa que se convirtió en uno de los mayores fabricantes de productos químicos finos en los Estados Unidos. El mayor éxito de la compañía vendrían después de la muerte de su fundador: la producción de penicilina durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo la gran clave de su éxito a las ideas de su fundador expresadas en 1899 en el Drug Trade Club de Nueva York con motivo del cincuentenario de Pfizer: “Nuestro objetivo ha sido y siempre continúa ser lo mismo: encontrar una manera de producir productos de la más alta calidad y perfeccionar la forma más eficiente de lograrlo, con el fin de servir mejor a nuestros clientes".

Dijo no al dinero del Gobierno Trump para eliminar burocracia y actuar rápido

Curiosamente a solo cuatro años del nacimiento de su fundador, el espíritu de esas palabras en el Drug Trade Club puede que haya prevalecido tras conocerse que, a diferencia de otras vacunas contra el coronavirus en periodo de creación, la actual Pfizer no aceptó recibir dinero público del Gobierno federal de los Estados Unidos justificándolo en que deseaban actuar con rapidez y no ser esclava de "la burocracia". Como dijo el 21 de julio en la Cámara de Representantes estadounidense su jefe de negocio, John Young, "No hemos aceptado ninguna financiación del gobierno federal porque creemos disponer de conocimientos científicos y experiencia, capacidad de fabricación y recursos financieros para suministrar una posible vacuna". Preguntado por los parlamentarios de por qué no aceptaba subvenciones como otras empresas como Merck o Moderna o Young, explicó que querían “actuar rápido”. Hoy Pfizer ha esperanzado al mundo con su vacuna contra el Covid ¿qué mayor homenaje a su fundador, Charles Pfizer?