El caso de David Guerrero Guevara, conocido como ‘el niño pintor’ de Málaga desaparecido hace 36 años, ha dado un vuelco al descubrirse, mediante un estudio fisonómico, que la caricatura que pintó el niño no representa a Rudolf Eschmann, conocido como ‘el suizo’ y principal sospechoso del caso. Ahora, a raíz de estos hechos, la Policía Nacional ha rehecho el caso y ha construido una lista de más de 700 posibles identidades que estuvieron vinculadas con el caso, además de reunir más de cien testimonios.

El 6 de abril de 1987 fue el último día en el que se vio a David, que por aquel entonces tenía 13 años. 36 años después, esta desaparición sigue siendo muy misteriosa por la falta de pistas concluyentes, especialmente tras los recientes hallazgos. Su madre, Antonia Guevara, se despidió de él desde la ventana de la cocina esa misma tarde. El joven tenía una reunión con el periodista Paco Fadón: habían concertado una entrevista para tratar ciertos aspectos sobre el cuadro Cristo de la Buena Norte, que se encontraba expuesto por aquellas fechas en la galería La Maison.

Al acabar la entrevista, David Guerrero tenía clases de pintura. Cuando su padre fue a recogerlo a la academia a la hora de salida, el chico no estaba allí, ni había acudido al centro. Fue en ese momento, y hasta el presente, cuando se le perdió por completo la pista.

El principal sospechoso… Hasta ahora

Al ser un caso tan críptico y con tan pocos detalles conocidos, la lista de testigos, de interrogados y de sospechosos es bastante larga. El principal sospechoso, al menos hasta el desarrollo del mencionado estudio fisonómico, era Rudolf Eschmann, apodado como ‘el suizo’. El testimonio de una camarera de pisos del Hotel Los Naranjos fue fundamental para vincular a esta persona con la desaparición del ‘niño pintor’. Eschmann se alojó en este hotel durante un mes, periodo que incluye el día en el que David Guerrero desapareció.

La camarera relató, tres años después de la desaparición del menor, que ‘el suizo’ tenía “varias fotografías de niños de entre 12 y 14 años” en su habitación, que se dedicaba a “fotografiar a menores en la calle” y que en su mesita tenía una servilleta con una inscripción que rezaba: “David Guerrero Guevara. Huelin (sic)” y una dirección que no era capaz de recordar. Al día siguiente, esa misma servilleta estaba en la papelera, hecha trozos, según este mismo testimonio.

Eschmann le confesó a la camarera de pisos que le pedía las direcciones de sus casas a los niños que fotografiaba, según sus propias palabras, para “enviarles las fotografías que les tomaba en la calle”, un comportamiento que la Policía corroboró como recurrente.

El miedo impidió a la camarera declarar con mayor celeridad. Le contó lo que estaba ocurriendo a una compañera, pero no fue hasta el 12 de julio de 1990, tres años después, cuando se atrevió a acudir a comisaría y dar la voz de alarma. Eschmann fue identificado, pero había fallecido hacía unos meses y los investigadores no encontraron ninguna foto de David Guerrero en los carretes de sus cámaras.

Tiempo después, la Policía encontró una imagen de Eschmann y apreciaron que tenía un físico y unos rasgos faciales similares a los de la última caricatura pintada por el ‘niño pintor’ antes de su desaparición, y que le regaló a Gema Calderón, una compañera de sus clases de pintura.

Todo parecía encajar. ‘El suizo’ ha sido el principal sospechoso durante muchos años, pero esta teoría ha quedado obsoleta con la realización de un estudio fisonómico de su rostro y de un análisis comparativo de la técnica con la que David Guerrero pintaba sus caricaturas. El parecido estaba ahí, pero esa pintura no representaba a Eschmann.

700 nombres y 100 testimonios nuevos

Tras estos descubrimientos, la investigación ha quedado más abierta que nunca, y la Policía Nacional ha elaborado un listado con más de 700 identidades para volverlas a estudiar, en esta ocasión, contando con nuevos avances tecnológicos y científicos para llevar a cabo la búsqueda, de acuerdo con lo publicado por Diario Sur el pasado miércoles.

A su vez, desde que se ha conocido que el cuadro no retrataba a Eschmann, las autoridades han tomado declaración a más de cien personas, entre las que se encuentran familiares, testigos y personas cercanas al desaparecido, buscando trazar nuevas líneas que ayuden a esclarecer los hechos.